Capítulo 19

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Dedicado a AnyelisCastilloPrez

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Dedicado a AnyelisCastilloPrez

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—¿Tú qué crees? —respondió como si fuera algo obvio. Y, sí que lo era, pero estaba demasiado alcoholizado para pensar con claridad—. Tengo que lavarlos también o no podré caminar cuando se seque. Está demasiado pegajoso.

—Ah...

Sonrió con malicia y volvió a mirarme a través del espejo.

—¿Qué pasó por esa mente sucia tuya, eh? —preguntó.

—Bah —resoplé—, nada, Charlie, ¿qué podía haber pensado?

Honestamente, se me ocurren un par de cosas. Estábamos solos y encerrados dentro de una pequeña habitación, y él estaba en ropa interior justo frente a mí. No pude evitar fijarme en los tatuajes de sus muslos. Ahí pude detallarlos mucho mejor que en la vez anterior que se los vi. Y también mis ojos se escaparon hacia un poco más arriba. Nunca pensé que el amarillo podría vérsele tan bien a alguien.

—¿Puedes dejar de mirarme el culo? —preguntó de pronto, aunque no había nada de molestia en su voz.

Me reí con diversión.

—¿Por qué? ¿Acaso te molesta?

—No, me pone nervioso.

—Esta no es la primera vez que te veo en ropa interior, ¿recuerdas? Aquel día no pareció importarte —repliqué con una ceja levantada.

—Sí, pero no es lo mismo. Aquella noche ya estaba en ropa interior cuando llegaste, y estábamos a oscuras.

—Vale, no te miro más. Aunque es difícil no hacerlo, pareces una lámpara de noche para niños.

Me cubrí los ojos con una mano sin dejar de sonreír y esperé hasta que terminó de lavar sus jeans y volvió a ponérselos.

—¿Qué te parece? —preguntó con inseguridad.

No pude evitar soltar una risotada apenas le eché un vistazo.

—Ahora parece que no te dio tiempo a llegar al baño y te hiciste encima.

Que fueran jeans de mezclilla clara no ayudaba demasiado, quizás en unos de color negro como los míos la humedad no se hubiera notado.

Resopló con resignación.

—Creo que no hay remedio, mejor vámonos a casa.

—¿Y piensas salir así? —pregunté con auténtica curiosidad.

—La otra opción es esperar aquí encerrado contigo hasta que se seque, así que, sí, saldré como sea.

—Bueno, lo único que puedo hacer intercambiar jerséis contigo. El mío es más largo y quizás cubra un poco más la mancha. Así parecerá que me vomité encima, pero al menos tú pasarás desapercibido.

Aunque tú nunca me elijas © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora