Capítulo 20

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Dedicado a OkageoCsarssj

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Dedicado a OkageoCsarssj

***

Pasé casi todo el día durmiendo. Esa es la única y más efectiva forma que siempre he tenido para lidiar con los problemas. Alerta de spoiler: no resuelve nada.

Sin embargo, Charlie no fue a recoger a Nae esa tarde, y al menos eso me facilitó un poco las cosas. Cuando me atreví a bajar, la encontré en el salón.

—Guau —dijo ella con diversión mientras recogía sus cosas para marcharse al ensayo—, pensé que no lograría verte antes de irme. La salida debió estar muy buena, ¿eh? Has dormido como un lirón.

Intenté fingir una sonrisa, pero mi estado de ánimo —como la mierda— no me lo permitió. Me le acerqué un poco, pero sin mirarla directamente. La culpa me carcomía las entrañas.

—¿Charlie no te contó cómo estuvo? —pregunté, intentando sonar casual y ocultar mi ansiedad.

Se encogió ligeramente de hombros. Su gesto me llamó la atención.

—En realidad, no he hablado mucho con él hoy. Me dijo que tenía que ir a la librería a trabajar y que luego tenía un par de cosas que hacer en su casa. Supongo que nos veremos esta noche en el teatro.

—Ah.

En otras palabras: Charlie le había estado huyendo a mi hermana todo el día. ¿Cómo se suponía que debía interpretar eso? ¿Estaba tan aterrado como yo? Aún no lograba descifrar por qué diablos me había besado, así que esas otras dudas tendrían que esperar un tiempo, algo así como... para siempre. Me causaba escalofríos el simple hecho de recordar sus labios sobre los míos, y lo peor es que no sabía si eran de disgusto o de placer. Quizás debía dormir un poco más para aclarar las ideas.

—¿Estás bien? —preguntó Nae.

—¿Yo?

Miró a nuestro alrededor con extrañeza.

—Hasta donde sé, estamos solos, Seokmin. ¿A quién más le podría estar preguntando? Estás actuando un poco raro, ¿sabes?

Se me acercó con desconfianza y me miró de cerca los ojos. Su gesto me puso nervioso y retrocedí.

—Nae, no ando en drogas, ¿de acuerdo?

Al menos ese día no estaba mintiendo.

—¿Y por qué andas tan extraño, entonces?

—Quizás porque trasnoché y acabo de despertarme —respondí con un encogimiento de hombros y bajé la mirada—. Deberías confiar en mí al menos una vez.

Suspiró profundo.

—Lo siento —dijo—. Sí confío en ti. De hecho, eres la persona en la que más confío, pero aun así me preocupo por tu seguridad.

Aunque tú nunca me elijas © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora