MarkHyuck | Rainy Day🌧 (EDITANDO)

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『 *⁀➷Rainy Day 』

DongHyuck corría velozmente, las gotas de lluvia lo empapaban y se mezclaban con el sudor de su cara, su respiración era agitada, y no puedo evitar reprocharse así mismo por no haberle hecho caso a su madre cuando por la mañana, antes de salir a clases, le había dicho que se abrigara y que se llevara un paraguas por las dudas de que lloviera.

Pero, DongHyuck la había ignorado completamente, había bastante sol esa mañana, y en su cabeza era imposible que comenzara a llover.

Se equivocó.

¿Cómo era posible que el pronóstico disparatado de su madre haya acertado?

Suspiró mientras seguía corriendo intentando proteger su mochila de la lluvia, si se mojaba sus apuntes y sus costosos libros, estos se arruinarían y no había forma de que su madre no lo regañara por esto.

Su madre trabajaba hasta tarde ese día y su padre al parecer estaba atrasado, o se había olvidado por completo de ir a buscar a su hijo a la escuela. DongHyuck no lo culpaba ni mucho menos se quejaba, entendía lo difícil que era su trabajo, a pesar de que era mucho mejor que el de su madre. La que si se enojaría por ver a su hijo empapado sería ella, y causaría un gran alboroto en la casa, lo que los llevaría a pelear una vez más.

Aquella era otra razón por la que debía apurarse y llegar cuanto antes a su casa, o al menos, antes de que su madre lo hiciera, prefería ahorrarle aquella discusión a su padre. Llevaban más tiempo que el que les gustaría admitir discutiendo por las cosas más tontas e insignificantes que podían imaginarse, y el castaño ya estaba un poco harto de escucharlos, discutir, o simplemente ver como su padre dormía en el sillón y su madre lloraba encerrada en su cuarto.

Iba tan distraído pensando en sus padres y cuanto tiempo le tomaría en llegar a su hogar, que ni siquiera miró al cruzar la calle, lo cual estuvo a punto de darle un final fatal a su vida. DongHyuck no fue capaz de reaccionar hasta el momento en el que divisó a aquel vehículo dirigirse a una gran velocidad hacia él, y de no ser porque una mano envolvió su brazo y tiró de él justo a tiempo, aquel accidente le habría costado su vida.

Una fuerte frenada, un bocinazo, pero dos chicos a salvo de un accidente.

Cerró los ojos fuertemente, esperando algún golpe o algo, pero al no sentir absolutamente nada, abrió los ojos lentamente, encontrándose con una figura masculina un poco más alta que él, casi de su misma edad que lo sostenía fuertemente, una de sus manos sostenía la suya y la otra se mantenía muy aferrada a su cintura.

El corazón de DongHyuck dio un vuelco al sentirse protegido de esa forma, demasiadas emociones en tan pocos segundos, su corazón no podía con tanto, pasó de estar a punto de morir por un auto, a ser salvado por un Dios Griego.

Para su desgracia, se separaron unos segundos después.

-¿Estás bien?-Preguntó el joven frente suyo, pero DongHyuck aún permanecía en estado de shock, y el castaño no estaba seguro si se debía al accidente o al bello chico en frente suyo, quien le había salvado la vida. Para empeorar la situación y quedar más idiota que antes por casi dejarse arrollar, respondió a su pregunta asintiendo torpemente.-Tené más cuidado al cruzar, por favor.-Pidió amablemente.

-Gracias.-Logró formular finalmente el menor.

-No hay de qué.-Respondió con una sonrisa.-Oh... toma.-Ofreció un paraguas desplegable que sacó de su bolso, lo abrió y lo extendió para él.

DongHyuck lo observaba perplejo. Pestañea varias veces para asegurarse de que no estaba soñando y finalmente estiró su mano para tomar el paraguas, inevitablemente sus manos se tocaron y un leve rubor se instaló en las mejillas del menor.

Un fuerte trueno se escuchó de fondo, pero ninguno se inmutó al respecto, más aún así, ambos se sonrieron. El pelinegro en frente se despidió de él y con las manos en sus bolsillos siguió su camino hasta que lo vio subirse, al que consideró su vehículo, y emprendió camino hasta quien sabe donde.

Hyuck no está seguro de cuanto tiempo permaneció observando el camino por el que aquel increíble y bello chico se fue, pero cuando por fin regresó a sus cinco sentidos sacudió su cabeza, observó el paraguas que ahora lo cubría de la lluvia y sonrió.

Se dijo así mismo que lo mejor era llegar a casa de una buena vez, así que nuevamente apresuró su andar para llegar, pero esta vez prestando más atención al camino y asegurándose de mirar antes de cruzar, dudaba mucho que aquel Dios Griego volviera a aparecer solo para rescatarlo.

Tristemente, no llegó a la casa antes que su madre, por lo que en cuanto su padre cruzó la puerta de entrada, una nueva discusión se llevó a cabo. Su hijo cansado, solo rodó los ojos, y los dejó discutir solos, decidiendo concentrarse en otra cosa, una más interesante y no agotadora como las peleas de sus padres, por lo que a paso lento se dirigió a su patio donde abandonó el paraguas a espera de que este se escurriera.

Permaneció allí, con el viento fresco por la lluvia chocando contra su cara, observando a aquel paraguas con una sonrisa, y entonces, se preguntó...

¿Qué tan difícil sería reencontrarse con aquel chico de nuevo?

Sé que no parece tAn interesante pero por favor denle una oportunidad les juro que les va a gustar :(((