𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 1

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Izuku Midoriya nunca considero realmente tener una manada.

Las manadas hoy en día no son tan comunes entre la sociedad. Si bien no eran para nada mal vistas, con el tiempo fueron desapareciendo, cada vez tenían menos integrantes hasta el punto de que solo fueran unos tres por grupo.

Años después ninguna otra manada se ha visto.

Solo parejas de diferentes sexos y subgéneros.

A él nunca se le pasó por la cabeza tener un grupo que lo cuidara y lo mimara. Simplemente se había concentrado demasiado en ser un héroe.

Creía que no sería necesario tenerlo, con una peculiaridad como la suya bastaba para defenderse solo, ¿no?

¡OH! Es cierto, no les he explicado todavía.

Volvamos unos años atrás...

𝙄𝙣𝙛𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙄𝙯𝙪𝙠𝙪 𝙈𝙞𝙙𝙤𝙧𝙞𝙮𝙖

— Esto es muy extraño...— en una sala de consultorio infantil, dos personas de cabello verde estaban sentadas frente a un hombre de bata blanca.

La más grande, la madre se encontraba sentada en una silla. El más pequeño en una camilla con la camisa desabotonada siendo checado por el doctor.

— Podría repetirme los síntomas que presentaba Izuku— dijo mientras posaba la punta del estetoscopio en el pecho de Izuku.

— Dijo que siente ardor en la garganta, tiene los pies más sensibles que antes, y que de a ratos siente un calor inmenso por su cuerpo— habló Inko Midoriya, mirando preocupada a su hijo, sosteniendo fuertemente su bolsa.

— Hmm... Sientense ambos— el pequeño Izuku bajo de la camilla de un salto y fue con su mamá para que le abotonara la camisa.

El doctor inmediatamente empezó a teclear en la computadora.

— ¿Podría decirme el quirk suyo y el de su pareja por favor?

— Yo puedo atraer objetos pequeños, el de mi esposo es escupir fuego— el doctor pareció reflexionar un poco ante lo último.

Escupir fuego, hmm interesante— volvió a teclear en la computadora— Me permite el expediente médico de su hijo— apresuradamente, Inko sacó un carpeta verde con el nombre de Izuku de su bolso y se lo tendio al doctor.

El hombre pareció leer, alzando las cejas de a ratos.

— Muy bien... ¿Su esposo mencionó alguna vez algún miembro de su familia con un quirk de manejo de elementos aparte del fuego?

— Una vez mencionó a su tío materno, dijo que podía controlar la tierra, y su hermana que podía sacar aire de las manos... Doctor Hamada ¿eso que tiene que ver con los síntomas de mi hijo?

— Su hijo esta manifestando su quirk— dijo sin mirar a ninguno de los dos, tecleando en la computadora.

Izuku, que no había hablado en casi toda la consulta sólo para contestar unas preguntas, abrió los ojos y dejó caer estrepitosamente su muñeco de All Might.

— E-eso no n-o pu-ede-e ser, el médico que vimos dijo que Izuku no tenía -

— Eso lo se señora, esta aquí en el expediente, si lo que presentó Izuku es un atrasó de desarrollo de quirk, no se preocupe esto es más común de lo que cree— sonrió amable a la señora para pasar su vista al pequeño.

Izuku seguía congelado en el asiento del consultorio.

Una sensación, una picazón subía por su garganta, está empezó a cerrarse y su vista se volvió nublosa. La escena era igual al otro consultorio, solo que esta vez tenía una sonrisa en su rostro.

— Por los exámenes de sangre que se le realizaron la vez pasada, Izuku muestra un quirk capaz de manejar el fuego, el agua, el aire y la tierra, al parecer este quirk va por la parte paterna.

Al salir del consultorio, Izuku revoloteaba de felicidad, brincaba y sacudía su muñeco de All Might, siendo sostenido por su madre que se mostraba muy sonriente.

El timbre sonó en la casa Midoriya.

— Ya voy, ya voy—Inko caminaba por la sala, cubierta con un delantal y manchada con masa de galletas.

— Buenas Inko

— ¡Oh! Hola Mitsuki, Masaru, hola Katsuki— el infante saltaba con los ojos en blanco (esa cara que siempre pone en el anime) siendo soltenido por el cuello de la camiseta de madre.

La familia Bakugo pasó a la residencia.

Katsuki inmediatamente subió las escaleras después de que se le comunicó que Izuku está en su habitación.

El rubio ceniza entró a la habitación de su amigo, lleno de pósters de cualquier héroe existente en Japón (y posiblemente en todo el mundo), predominando las figuritas de acción de All Might.

El pequeño arbustito andante miraba una serie en la computadora tan concentrado que no se molesto en ver quién era cuando la puerta se abrió.

Eso molesto a Katsuki, ¿será que acaso no le importa su presencia?

— ¡Oi! ¡DEKU! — mostró su particularidad, lanzó pequeñas explosiones, no muy detonantes, pero si lo suficientemente fuerte para llamar la atención del pequeño.

— ¿Ah? ¡Kacchan!— rápidamente se bajó de la silla con un salto y fue a recibir a su amigo.

— Disculpame Kacchan, no te había visto— bajo su cabecita y escondió sus manos atrás de su espalda.

El niño frente suyo, sintió su cara arder y quito la mirada rápidamente— I-diota.

— ¡Kacchan eso es una mala palabra! — Izuku mostró su rostro, ahora con las dos cejas casi juntas.

— Callate Deku— espetó, se dirigió a la computadora, que seguía reproduciendo el capítulo de la serie que veía Izuku— ¿Qué es esta basura?

— Es una serie, las habilidades de los personajes se asemejan a mi quirk.

— JA nerd— Bakugou se burló, para después sentarse en la cama.

Dejó que Izuku volviera a ver su serie.

Despues de un rato el tambien empezó a ver la serie, al principio le pareció patética, y que la actitud de la chica vestida de azul era muy irritante, pero después apareció un chico con una cicatriz, y diablos ¡si que era genial!

— ¡Izuku! ¡Katsuki! ¡Las galletas estan listas! — ambos niños bajaron corriendo las escaleras, siendo recibidos por el olor de galletas recien hechas.

Ambos empezaron a comer galletas.

— ¡Oi Deku!— el peli verde le miró mientras comía su galleta con las mejillas llenas, y las chispas de mezclaban con su pecas— Cuando se manifieste nuestro subgénero... ¡Me vinculare contigo!

La sala quedó en un silencio, Inko se quedó en la puerta de la cocina con una bandeja de galletas, Masaru miraba entre los dos pequeños con una sonrisa nerviosa, y Mitsuki...

— ¡ᴄʜᴀᴍᴀᴄᴏ ɪɴsᴏʟᴇɴᴛᴇ! — agarró a su hijo de la camisa y lo hizo retroceder para que no se acercara más al rojito Izuku.

— ¡No me grites bruja!

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La manada de Izuku Midoriya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora