La manada de Izuku Midoriya

𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 4

Izuku se sentía de la chingada.

¿Por qué? NADIE EN LA PUTA VIDA LE DIJO QUE SER OMEGA LLEVABA TANTO TRABAJO.

Hace solo dos días ¡dos malditos días! Se había registrado oficialmente como Omega y ya le habían llegado un montón de solicitudes de vinculación de Alfas y Betas.

Estaba en su habitación viendo las cartas. No las había abierto.

Agradecia que Katsuki no había venido a su casa, porque de seguro abría quemado ya todas las cartas.

Empezó por la carta de esta arriba en la pila, las que aceptaría o consideraría las dejaría en la cama, las que no las regresaría.

Abrió la primera carta, inmediatamente supo de quien era y río.

Nombre: Bakugo Katsuki

Edad: 15 años

Sexo: Masculino

Subgenero: Alfa dominante.

Quirk: Explosiones

YO NO NECESITO UNA ABSURDA CARTA DE SOLICITUD PARÁ VINCULARME CON DEKU.

Rápidamente la dejo en la cama, paso a la siguiente carta.

Pasó así media hora, pasando de Alfas y Betas, algunos demasiado gentiles, otros demasiado engreídos.

Al final quedaron ocho cartas en su cama. (siete quitando la de Bakugo Katsuki).

Todos los chicos tenían quirks increíbles (bueno para él cualquier quirk es increíble) y todos fueron amables pero seguros en las cartas.

Eso había acelerado su blandito corazón.

Agarró las cartas y las dejó en un cajón, junto con otros papeles y salió de su habitación.

— Izuku ¿adonde vas? — su madre salió de la cocina con un tazón de pure de papa entre las manos.

— Voy a entrenar en el jardín mamá, tengo que practicar con el fuego.

Inko le dio una mirada tranquila y finalmente salió al jardín, empezando a hacer flamas pequeñas, para irse expandiendo a más grandes y hacer movimientos.

Sin iba a presentar el examen de admisión para la U.A tenía que tener su control de elementos al mismo nivel, no podía permitirse tener un elemento más débil que otro.

— ¡Izuku, Katsuki está aqui! — el rubio salió al jardín, Izuku se levantó del suelo, jadeando.

Sabía que Katsuki aún no estaba del todo bien, pero Izuku no lo miraría con preocupación, al menos no frente a él.

Sabía que Katsuki era de la gente que odiaba sentirse débil y que la gente se lo demuestre, lo lastimaba; e Izuku no último que haría sería herir a Katsuki.

Katsuki sabía de antemano que se preocupaba por el, siempre lo hacía, así que no era necesario mirarlo con cara de angustia todo el tiempo.

— Kacchan— abrió los brazos para abrazar al Alfa, el rubio fue rápido y encajo sus manos en la cintura del chico y tiro de él hasta pegarlo a su pecho.

Pegó bruscamente su nariz a su cuello, causándole cosquillas a Izuku.
Soltó una leve risa, haciendo que el Alfa apretara más el abrazo.

— ¿Sucede algo Kacchan? — susurró, su voz sonó más preocupada de lo que quería que sonara.

— No has contestado mi carta— murmuró contra su cuello, enviándole escalofríos.

— Apenas la acabó de recibir, tranquilo, sabes de antemano que serás el primero al que responda— apretó un poco más el abrazo antes de separarse.