La manada de Izuku Midoriya

𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 21

Izuku caminaba de un lado a otro, moviendo sus manos, mientras su mamá lo miraba con diversión.

Estaban esperando que el doctor los dejara pasar de nuevo al consultorio con los resultados de la prueba que se hizo Izuku.

— Izuku Midoriya— la cabeza del doctor se asomó por la puerta. Izuku camino rápidamente seguido de su madre y ambos ingresaron al consultorio.

— ¿Algún resultado Doctor? — preguntó Inko al ver que Izuku no podia articular ni una palabra del nerviosismo.

— Si, bueno no presentas ningún indicio de tener alguna enfermedad, así que puedes estar tranquilo— dio una sonrisa amable mientras despegaba la vista de la computadora y miraba al Omega.

— P-pero... Calcule como tres veces cuando me llegaría y, nada— exclamó agarrando sus muslos con fuerza debajo de la silla.

— Oh, eso es un atraso común, lo más probable es que irregular, pero no creo que ese sea el caso, y si la fecha es lo que te preocupa, tu celo llegará en tres semanas.

Tres semanas...

Tres semanas...

¡TRES SEMANAS!

— Muchas gracias Doctor— Inko sacó de su cartera unos cuantos billetes y monedas.

— No se preocupe, igual le sugiero que ayude a su hijo a informe sobre su celo, las infografias sólo muestran básica o general— dijo mientras agarraba uno de los papeles coloridos del mostrador y se lo entregaba al Omega.

— No se preocupe señor, igual hace unas semanas hable con la enfermera de mi escuela.

— Bueno, ahí tienen una pequeña lista de algunos supresores y como usarlos, si está el caso de que quieras pasar el celo con tu pareja, también hay unos números de especialistas en celos y educación sexual.

— Gracias, que tenga lindo día— ambos peliverdes salieron del consultorio.

Tomaron el ascensor para dar con unos pisos más arriba; aún no saldrían del hospital, tenían que ir para que Inko también se hiciera unos análisis.

— Por un momento creí que serías irregular— suspiró aliviada.

— ¿Por qué sería irregular?

— Porque tú papá lo era; habrás sacado mi cara, pero todo los demás lo sacaste de él.

— No es, no es algo de lo que este orgulloso, la verdad— se abrazó del brazo de su madre— solo su quirk es bueno, lo demás no lo quiero.

Inko rio— Recuerdo cuando sus celos me tomaban por sorpresa; una vez, entró en celo en pleno centro comercial, ¡¿Sabes cuánto me costó sacarlo de ahí?!

Izuku se imagino a una versión más joven de su madre tratando de sacar a un hombre sin rostro a rastras.

No conocia el rostro de su padre biológico; ya que, después de que los haya abandonado, su mamá en un ataque de rabia, había botando todas las fotos matrimoniales.

Y las fotos en las que salían los tres (que eran muy pocas) o estaban dobladas de la parte del hombre, o su cara estaba tan rallada con lapicero o plumón, que no había rastro alguno de los rasgos de su cara.

— Me gustaría parecerme a Kogane, él es alguien dingo de admirar, espero que el cachorro que se esta formando se parezca a él.

Inko se detuvo abruptamente— ¿Te diste cuenta?

— ¿Cómo no mamá? Si desde que saliste con papá a hacer solo Dios sabrá que— respiró hondo al sentir el pellizco de su madre en su estómago— has tenido náuseas y tus cambios de humor son insufribles.