— Buenos días muchacho, ¿qué se te ofrece?— habló la ancianita dejando a un lado la carpeta en su escritorio.
— B-Buenos días Rencovery, he venido aquí porque tengo algunas dudas.
— ¿Respecto a qué?
— Respecto... Mire, ha sucedido una que otra cosa, y pues... Am... Se me ha hecho...— trago saliva mientras jugaba con sus manos temblorosas— se me ha hecho, atractiva la posibilidad de formar una... Una manada.
La enfermera alzó una ceja, dejando su cara neutra. — Hmmm... Bien sientate.
Izuku acato lo pedido y se sentó en uno de los banquillos cerca de las camillas.
— Ok. Tus dudas son respecto a la formación de una manada, ¿no? ¿Cuáles son tus dudas específicamente?.
— Pues... ¿Cómo se forma una manada? Porque no creo que sea algo de un día para otro.
— Ok hay dos maneras de hacer una manada, puede ser emocionalmente, pueden sentirse como una verdadera manada sin necesidad de protocolos, pero si sienten que tienen que hacerlo oficial, podría hacerse durante el celo del Omega, todos dejarían su marca en el cuello del Omega.
— ¿Y cuántos integrantes debería de tenér?
— Eso puede variar muchacho, ¿ya has formado a tu manada?
Izuku negó, ni siquiera estaba seguro si los demás querrían ser parte de ella.
— Bien, ¿por qué no mejor vuelves cuándo ya tengas tu manada formada y así podrán responder dudas entre todos— Izuku asintio y se paró del banquillo.
Se despidio con una reverencia y salió de la enfermería. Se tomó el lujo de dar paso lento para llegar tarde a su clase de Historia.
Necesitaba pensar. ¿Será qué los demás aceptarían estar en una manada con él?
Repaso los acontecimientos con los demás, con Katsuki tenía una promesa, y de verdad lo quería, lo amaba demasiado.
Con Mashirao fue algo que se dio en el momento, pero conviviendo con él le reafirmó lo mucho que le atraia el Beta.
La experiencia con Denki y Eijiro había sido emocionante, y levemente excitante, sabía que Katsuki ya se había enterado, pero le extrañaba que este no le recriminara o le hubiera hecho algo a Denki y Eijiro.
Después la pijamada con Tetsu y Yosetsu, todo se sintió tan cotidiano y natural, como si fuera cosa de todos los días.
Y Mezo y Fumikage, había convivido tan poco con ellos, ¡pero lo habían invitado a una cita! Ellos apenas se habían ido, corrió a su habitación y grito en la almohada agitando las piernas como niña de secundaria.
Se estaba emocionado demasiado pronto, sabía que entre la mayoría se llevaban bien pero Mezo y Fumi eran dos chicos aparte.
Encontró la puerta de su salón y se quedó observándola, volteo a una de las ventanas del salón y vio a Momo indicándole que ya entrará.
Entró escuchando al maestro explicando la importancia del código de Héroes para la sociedad en un siglo que no recordaba.
— Psss... Midoriya... — Izuku alzó su cabeza hacia su derecha, Sero lo estaba mirando con el ceño fruncido— ¿Estás bien?
El Alfa peli negro se inclinó hacia su dirección para tenerlo más cerca.
— Ammm... Si Sero-kun... ¿Por qué la pregunta?
Sero miró adelante para ver que Aizawa no los viera y volvió a Izuku— ¿Estás seguro? Hueles... No se... Preocupado, ¿paso algo?
Izuku inclino la cabeza, ¿olía raro?, acercó su nariz lo más que pudo asi mismo y olfateo un poco. Si olía un poco inusual, su camisa y chaleco estaban levemente mojados con sudor.
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La manada de Izuku Midoriya
Fiksi Penggemar𝐄𝐍 𝐂𝐔𝐑𝐒𝐎 | Midoriya Izuku, se calificaba como uno de los seres más desafortunados según los estándares de la sociedad. Su familia no era demasiado grande ni de un estatus poderoso, siempre vino de un hogar pequeño, una madre soltera beta. Nun...