𝐄𝐍 𝐂𝐔𝐑𝐒𝐎 | Midoriya Izuku, se calificaba como uno de los seres más desafortunados según los estándares de la sociedad.
Su familia no era demasiado grande ni de un estatus poderoso, siempre vino de un hogar pequeño, una madre soltera beta.
Nun...
— Oye y... Ese chico peli verde, es Omega ¿verdad? — Awase se colocó la camisa mientras le preguntaba a Eijiro.
— ¿Midoriya? Si, si es Omega.
— Ahh ok ok, es que había pasado a su lado y su olor era dulce y rico...— susurró la última parte para que nadie la escuchara, pero Ejiro si lo hizo.
— O-oye Midoriya huele delicioso, si, pero no lo digas cerca de Bakugo— apuntó con la cabeza al rubio ceniza que se secaba el pelo.
— ¿Por qué o qué?
— Digamos que Bakugo tiene el ojo puesto en el desde los cinco años— dijo Eijiro tratando de no sonar dolido, después de todo, el también le había dado una carta de vinculación a Izuku.
Awase miraba atentamente a Bakugo, se preguntaba ¿cómo era posible que un rallito de sol como lo era Izuku, aceptará a un Alfa como... Él?
Por la edad que dio Eijiro, parecía que se conocían desde hace mucho tiempo, tal vez Katsuki le dio a Izuku una imagen diferente a la que mostraba aquí frente a otros Alfas.
'¿Debería enfrentarlo o proponerle hacer una...'
— ¡Disculpen la intromisión! — en la puerta se encontraba Izuku con los ojos nuevamente tapados por sus manos— Dice el profesor Aizawa que se apuren a vestir por que ya va empezar la clase, y que el que entre de último lo va a dejar a fuera el resto de la hora.
Se dio la vuelta para salir de ahí, choncadose nuevamente con la pared — ¿¡Por qué siempre me tropiezo verga?!
Todos los Alfas empezaron a vestirse con más rapidez y casi salen corriendo al salón de clases.
— Sero Hanta, te quedas afuera— Aizawa cerró la puerta de repente, dejando al chico a fuera.
La clase pasó normalmente, sin contar las risas de los demás al ver a Hanta asomándose por la ventana y tratando de tomarle foto al pizarrón.
— Midoriya Psss Midoriya ¿Le puedes tomar foto al pizarrón por favor?— Izuku asintió y agarró el teléfono de Hanta para tomarle foto— Gracias.
— No escucho nada— se escucho a Hanta lloriquear al otro lado de la ventana.
— Tengo que ir al baño— Hanta daba brincos en su lugar.
— ¡No espere Profe no lo copie! — Hanta se derritió en la ventana viendo el pizarrón recién borrado.
El salón estaba llenó de risas comprimidas por las payasadas y llantos de Hanta.
— Entre y que no se vuelva a repetir— Hanta asintió muchas veces y fue a sentarse a su lugar.
El resto de las horas el salón se la pasó callado y tranquilo, lo unico que se escuchaban eran las voces de los profesores.
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