𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 18

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[Un mes después]

— De verdad no pueden pasar ni un solo día sin quedarse quietos— suspiro Aizawa al ver el desorden que tenían sus alumnos. ¡Incluso Tenya estaba parado!
   — ¡Bueno ya siéntense!— para verse más temible, su bufanda y cabello se alzaron, haciendo a todo el salón estremecer.

Los adolescentes se sentaron en sus lugares quietisitos y mirando al pizarrón.

— Calladitos se ven más bonitos— espetó antes de girarse para escribir algo en el pizarrón. Todo el mundo empezó a anotar lo que el profesor escribia.

Buenos días a todos los estudiantes y maestros presentes— se escucho en el altavoz, algunos alzaron su cabeza mirando hacia el techo— se les informa que El festival deportivo de la U. A tomará lugar el viernes de la próxima semana, la reunión de los maestros para la organización del evento será a las tres de la tarde, sin mas que comentar me despido, que tengan lindo día.

El altavoz se desconecto y el desorden empezó otra vez.

— ¿Qué es el festival deportivo?

— ¿Vamos a tener participación?

— ¿Cuántos crees que nos verán?

— Silencio...— nadie le hizo caso— Oigan...— nada— Escuchen... — siguió el alboroto— Niños... — siguieron hablando— ¡Que se callen! — golpeó la mesa con un libro.

— Lo sentimos— dijeron mientras se inclinaban ante el furioso maestro.

— No me dejan explicarles nada— murmuró, re afirmó su postura y se aclaró la garganta— Como ya escucharon este evento del festival deportivo tomará lugar el viernes de la siguiente semana, este evento es para mostrar sus quirks, y van a haber varios héroes profesionales viéndolos.
   — Así que entrenen todo lo que queda de esta semana y la que sigue, no me hagan quedar mal, y sobre todo, dense una buena imagen.

Todos asintieron sonrientes, el salón se lleno de una energía nerviosa.

Después de algunas horas el timbre sonó dando por finalizado el día de clases. Izuku se había retirado al baño.

Ahora se estaba lavando las manos, cuando escucho uno de los cubículos abrirse.

— Hola— alzó la cabeza y vio por el espejo a Hanta que también se lavaba las manos.

— Hola Sero— sonrio mientras se secaba las manos. Hanta se le quedó viendo con una sonrisa.
   — ¿Qué?

— Puedo entender porque tienes a tantos detrás de ti— dijo, ni siquiera se molesto en cercarse las manos cuando comenzó a caminar hacia el Omega que sin ninguna razón se quedó quieto en su lavabo.

— ¿A qué te refieres?

Se encongio en sus propios hombros — Eres... Realmente lindo.

Izuku bajo su cabeza roja, avergonzado.

Hanta se rio— No te avergüences, con los que te juntas te lo han de decir mucho.

— En realidad, no recuerdo que alguna vez me dijeran que era lindo.

— ¿E-en verdad? ¿Ni siquiera Bakugo? — preguntó incrédulo. A este punto del año escolar todo el mundo sabía la devoción que tenía Bakugo sobre el Omega.

La manada de Izuku Midoriya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora