¿No se podía ser más idiota de lo que ya era, verdad?
¿Cómo se le va a ocurrir ir con el único Omega del departamento a hablarle?
¿Hablarle? ¿Sobre qué?
Tal vez de sus brillantes ojos que dejaban en completo ridículo a las esmeraldas puras, o sus preciosas pecas que simulaban constelaciones, o su piel pulcra y suave, parecida a la misma seda; o tal vez...
Ya déjese de ridiculeces.
— O-oye ¿estas bien?
Sacudió su cabeza alejando los pensamientos de su mente.
— Yo... Mejor me voy...
Izuku miro extrañado al chico que se iba, finalmente entró al vestuario de Omegas y se cambió a su uniforme.
En el vestuario de Alfas...
— Hermano no puedo creer que le hayas dicho eso a Midoriya en pleno entrenamiento — replicó Eijiro mirando a Yosetsu.
— Oye hermano, entiéndeme, tenemos que movernos, con el permiso de Bakugo podemos unirnos a él para cortejarlo, y si tenemos suerte la manada ya estará formada para cuando llegue su celo— habló mientras se aplicaba el desodorante.
— ¿Manada? ¿Quieren hacer una manada?
— ¡No es nada de tu incumbencia maldito mitad mitad, metete en tus propios asuntos! — amenazó Katsuki sacando explosiones de las manos.
— Chicos, chicos por favor, no queremos peleas— intervino Sato poniéndose en medio de los otros dos Alfas.
Katsuki le dio un última mirada de odio hacia Shoto.
— Bakubro calmate...
— Dejalo en paz Bakugo.
— Él fue el que se metió— dijo para darle la espalda y volver a su casillero.
En los vestidores Beta...
— No me puedo parar — dijo Denki apoyado en su casillero delirando.
— Si los entrenamientos van a ser así de intensos, no creo aguantar una semana, menos un año.
— Oye Kaminari, ¿ya tienes algo? — cuestión Tetsu mientras se sentaba al lado de Denki poniéndose la playera.
— Le pregunté su opinión sobre las ya sabes que, y me dijo que sería algo tener una.
— Eso es buena señal, hay que empezar a movernos, ahora que Bakugo no será un problema.
Siguieron hablando sobre lo que harían para cortejar en masa a Izuku, lo que ambos no se percataron, fue que tres Betas más habían escuchado toda la conversación.
Pará cuando todos ya estuvieron adentro del salón (esta vez no sacaron a Hanta) el profesor puso muchas actividades, así pasó el día entre libretas y silencio.
La campana sonó, dejando a los alumnos levantandose de sus lugares y guardar sus cosas.
Izuku, ya con su mochila en hombro, se dirigió a la mesa de Mashirao.
— ¡Ojiro! ¡Hola Shoji, Tokoyami!
— Hola Midoriya
— Saludos Midoriya
— Ojiro, acordamos que terminariamos el trabajo en mi casa en la tarde— Mashirao asintió, vio a sus dos amigos y ambos a sintieron.
— Si lo recuerdo
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La manada de Izuku Midoriya
Fanfic𝐄𝐍 𝐂𝐔𝐑𝐒𝐎 | Midoriya Izuku, se calificaba como uno de los seres más desafortunados según los estándares de la sociedad. Su familia no era demasiado grande ni de un estatus poderoso, siempre vino de un hogar pequeño, una madre soltera beta. Nun...