𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 23

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"Marcame" Parte I

La campana sono, dando por terminada la jornada de clases

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La campana sono, dando por terminada la jornada de clases.

— Carajo, que cansado estoy— Mezo alzó sus múltiples brazos en el aire, estirandose.

— Como que Aizawa-sensei se excedió un poco, ¿no?— exclamó Eijiro.

—Re si wey, me duelen las piernas horrible— Mashirao masajeo sus muslos mientras se sentaba.

Katsuki chasqueo la lengua— Debiles.

Se quiso reír, ya que horas antes había visto como Katsuki maldecia por lo bajo al escribir y como se masajeaba la muñeca.

El tambien tenía algunas marcas del entrenamiento de hoy, algun que otro raspón en la cara, pero nada que no pueda soportar.

— ¡Uy! Tengo hambre— Tetsu se tocó el estómago, sintiendo como crujía por el vacío.

— Pues vamos a mi casa le dije a mi mamá que vendrían e hizo más comida de los normal.

Se paró emocionado de la banca, siendo seguido por el resto de la manada.

— Y, ¿qué cocino tu mamá?

— No se— respondió— Cuando me desperté, tenía una gran olla en la estufa, creo que hizo ramen o sopa.

— ¡Ramen! — Denki salto emocionado.

— Si quieres, podemos comprar un poco de soba, bonito.

— Así estoy bien, gracias.

Después de haber caminado, tomar el autobus, y caminar otra vez, al fin llegaron a la casa de Hanta.

— Pasen, pasen—, Hanta abrió la puerta para dejarlos pasar, mientras se quitaba los zapatos.

La sala no era muy grande, pero los sillones daban para llevarlos a todos. Se sentaron repartidos en los sillones mientras esperaban que Hanta sirviera la comida.

— ¿No quieres que te ayudemos? — Hanta negó y siguió sirviendo el líquido saborizado en los tazones.

— ¡Shoto! ¿Quieres que lo enfrie? — el otro Alfa negó con la cabeza.

Les entregó los tazones con fideos y caldo, al sentir el olor del pollo y las especias, se le hizo agua la boca y su estómago ruguio.

— ¡Provecho! —exclamaron antes de que se escucharán sorbidos y palillos cochando contra los tazones.

— Dejen los platos en el fregadero—, después de haber dejando los tazones en la cocina, subieron las escaleras.

Se había colgado de los brazos de Yosetsu, llevándolo en caballito, y Denki se abrazaba a Shoto y soltaba risas nerviosas.

— ¿Quieren ver una película antes? — Hanta extendió sus brazos delante de la puerta, impidiendo el paso.

— Seguro Hanta— contestó, mientras movía sus piernas como columpios, aún cargado por Yosetsu.

La manada de Izuku Midoriya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora