𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 25

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[una semana después]

Ya los estudiantes de héroes se habían trasladado a los dormitorios situados en la U. A.

Han de admitir que no ha sido tan fácil como lo pintaban los maestros.

Una de las cosas más difíciles ha sido repartirse las tareas domesticas como: quien y cuando cocinara tal día, quien sacara la basura, quien limpiará, etcétera.

Aunque Rikido se había propuesto a hacer las comidas de todos, Tenya y Momo se negaron diciendo que tenia que ser un trabajo equitativo.

Pará organizarse tardaron una semana entera.

Pero ha habido una tarea aún más difícil para la manada, y eso era no mostrar su afecto en público.

Estaban conscientes de que las manadas habían quedado en el pasado y que hoy en día, si bien no eran mal vistas, eran raras de ver.

Y sinceramente no sabían cómo reaccionarian sus compañeros.

Ya no habrían salidas en conjunto.

Ya no más idas a la casa de Izuku.

No más reuniones en el nido en la casa de Katsuki.

Sería difícil mantenerlo en secreto.

Y las camas de las habitaciones no eran tan grandes que digamos.

Ha habido una situación el miércoles, donde Aizawa (volvió) se propaso en el entrenamiento y todo el salón quedó literalmente destrozado.

Mezo fue el primero en caer en el sofá principal, encima de él fue Katsuki, después Eijiro. A su lado Yosetsu que se llevó a Mashirao, quien traía a Fumi, que jalo a Denki, que agarraba a Hanta, y este jalo a Shoto, llevándose a Tetsu e Izuku.

Se habían olvidado de su entorno y se quedaron en sus posiciones por lo menos unas dos horas.

Después de ese descuido, empezaron a ser un poco más reservados respecto a los afectos en grupo; principalmente para no incomodar a sus compañeros o para no quebrantar alguna norma (si es que la hay).

[𒊹︎︎︎𒊹︎︎︎𒊹︎︎︎]

— ¡Izuku me podrías abrir!— dejó su comic a un lado y se dirigió a la puerta.

La abrió, Fumikage estaba apoyado en el marco cargando consigo unas papas y unas latas de jugo.

— ¡Uy! ¿A qué se debe tal delicioso bocadillo?—se apartó para que el Beta pudiera entrar a la habitación.

Fumikage dejó las cosas en la mesa en medio del cuarto y se acercó a Izuku.

— Solo un poco de momento a solas, no lo hemos tenido desde la cita— Fumi paso su brazo por la cintura del Omega— Y, prácticamente no fue tiempo a solas ya que Mezo igual estaba ahí.

— ¿Y cuáles son los planes para nuestro momento a solas, señor?

— Podríamos acurrucarnos, ver una película, comer, charlar...

— ¿Y besarnos?— puso sus manos en los hombros del Beta, acercando más su rostro hasta que sus narices se rozaran.

— Ese también es un plan interesante— el aliento acarició sus labios, y sintió un cosquilleo en estos por la cercanía de la boca ajena.

La manada de Izuku Midoriya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora