𝐄𝐍 𝐂𝐔𝐑𝐒𝐎 | Midoriya Izuku, se calificaba como uno de los seres más desafortunados según los estándares de la sociedad.
Su familia no era demasiado grande ni de un estatus poderoso, siempre vino de un hogar pequeño, una madre soltera beta.
Nun...
Izuku se removió en la cama con tal de estirarse, no teniendo mucho éxito en esto.
Preguntandose porque, abrió lentamente los ojos, estaba en un cuarto que no era suyo, en unas sábanas que no eran suyas. Giró su cabeza a la derecha; el pacifico rostro de un Tetsutetsu dormido y babeando encontró, volteó a la izquierda, Yosetsu sin su banda también dormía con la cabeza en su dirección.
Buscando lo que lo retenía, sintió algo pesado sobre su estómago, volvió su mirada a este cubierto por las sábanas azules, había un bulto grande sobre este.
Removió un poco sus brazos (que estos si podía moverlos por el momento) y alzó las sábanas. Dos fuertes brazos abrazaban su cintura, viviendo de diferentes direcciones, los músculos se tensaban acercando a su cuerpo (no sabía si el que se acercaba era él u otro).
En sus orejas, escucho y sintió las dos respiraciones de los chicos a sus dos lados.
¿Tetsu y Yosetsu lo estaban abrazando? ¡¿A él?!
¿Por qué lo abrazaban? ¿Estuvieron así TODA la noche? ¿Cómo no se dio cuenta?
— Estabas dormido Izuku— le susurró su conciencia.
No se dio cuenta cuando empezó a temblar, su cara de torno roja; sentía el calor corporal del Alfa y el Beta en la cama, tan cómodo, tan tibio, tan reconfortante.
Las sábanas, la ropa, el cuarto, todo era una fusión de olor a Jengibre (Yosetsu) con Romero y Eucalipto (Tetsu), los temblores empezaron a desaparecer hasta quedar inmóvil con la respiración palpable.
Embriagado por la mezcla de olores, sintió su cuerpo y mente relajarse aún más, dejando que la pesadez de sus párpados cubrieran sus ojos.
Uno de los brazos se desprendió del agarre a su cintura y un cuerpo se estiró miéntras sonaba un bostezo — Buenos días— Yosetsu dejó caer su brazo de nuevo en el estómago de Izuku (por sobre las sabanas).
— Buenos días Awase-San— Yosetsu sonrió, aún domado por el sueño, acercó su rostro al de Izuku rozando levemente sus labios, antes besarlo con amorosa lentitud. Robándole a Izuku el aire.
Al separarse, el peli negro abandono las sábanas y camino hacia el baño, rascándose la panza y la nuca en el proceso.
— Mhmmm...
Nuevamente sintió como se retorcían a su lado, Tetsu se había sentado y frotado los ojos, aún con los ojos entrecerrados se acercó y dejó un suave beso en su mejilla, mientras susurraba:— Buenos días... ¿Y Awase? — El Beta extendió su mirada por la habitación, buscando sin éxito al Alfa.
— En-n el baño, Tetsu— la puerta del baño se abrió, saliendo Yosetsu un poco más despierto.
— Ya despertaron ¿eh? Buenos días Tetsu.
— Buenos días Awase— se recargo en Izuku mientras lo miraba, Yosetsu se acostó en la cama, dejando su cabeza entre las piernas de Izuku y Tetsu.
— ¿Qué quieren desayunar? Hay curry en la cocina.
— ¿Después de los tres tazones que nos comimos ayer, aún queda curry?
— Había más de lo que creí.
Al final se harían sandwiches con aguacate, Testu e Izuku quisieron bajar a ayudarle, pero Yosetsu se negó, diciendo que eran sus invitados y que tenía que cuidar de ellos.
Se despidió de ellos con un revoltijo de cabello y desapareció detrás de la puerta.
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