Acercó unas toallas de papel a las bocas de ambos chicos que seguían cerca de su pene.
— No se traguen eso— escupieron el líquido blanco en las toallas y las dejó en su mesa de noche. Luego las tiraría.
— ¿Te gustó? — asintió mientras agarraba al Omega y lo sentaba en su regazo.
— Muy lindo el espectáculo que me dieron hace rato— arrastró sus manos por la curva de la cintura y caderas de Izuku y apretaba los muslos, con las marcas de los dedos de Mashirao.
— ¿Lo viste?
— Claro que lo vi, si lo estaban haciendo en la mera puerta— su boca saboreo la piel pecosa aún con olor a jabón.
Los brazos le rodearon el cuello, acariciando su cabello. Mashirao agarraba la manta entre sus manos jugando con ella.
— Ven— se acercó a él soltando la manta y sentándose a su lado.
Bajo a Izuku y subió al Beta sobre él, sus manos no resistieron la tentación y acariciaron la cola afelpada desde la base a la punta de regreso.
Disfruto el temblor del Beta y beso su hombro. Viajo más hacia el sur y moldeo los muslos a su antojo.
Tiró suavemente del cabello al sentir las abultadas nalgas rozar su miembro expuesto.
Su beta tenía una buena retaguardia.
Apoyó su cabeza en la cabecera con los ojos cerrados mientras divagaba el cuerpo por debajo de la camisa y escucha a Mashirao suspirar.
Abrió su ojo izquierdo viendo a Izuku sentado, abrazando una de la almohadas viendolos fijamente.
Apretó las caderas del Beta mientras sonreía por el jadeo repentino.
— ¿Quieren intentar algo? — bajó a Mashirao de encima y pone a Izuku sobre el otra vez, pero esta vez de espaldas.
Metiendo sus manos debajo de la camisa, acariciando la espalda baja con sus pulgares mientras sus palmas agarraban la cintura.
Los dedos trazaron la separación en la espalda del Omega y los ojuelos que tenía sobre las nalgas, tiró los bordes hacia arriba retirando la camisa.
Con su mano en el vientre de Izuku, lo empujó para pegarlo a su pecho y dejarlo medio acostado— Abre las piernas— las extremidades abrieron el paso hacia el miembro Semi-erecto del Omega.
Mashirao se acomodo entre la separación como lo había hecho anteriormente y beso el cuello pecoso, dejando sus manos divagar por los costados del cuerpo esbelto.
Sintió al Omega retocerse y suspirar, posó besos en su hombro para hacerle saber que estaba aquí, con él.
Confiaba en qué Izuku los frenaria si llegaban a un punto en el que no se sintiera cómodo.
Ya le había explicado a Mashirao el asunto de las prácticas sexuales con Izuku, por lo que confiaba que el Beta no se propasaria.
— Aquí estoy— frotó los pectorales mientras el Beta descendía por la clavicula y tomaba otra vez los muslos entre sus manos y gruñia por la sensación.
Disfruto el delicioso temblor de chico sobre él.
Mashirao ya estaba por los abdominales, mapeando con la lengua todo musculo endurecido mientras acariciaba los muslos cerca de la retaguardia.
Izuku soltó un jadeo cerca de su oreja al tiempo que Mashirao metía una manos por los bordes inferiores del bóxer, agarrando su trasero.
— Amo... A...mo...— su pulgar raspo los labios rojos, quitando el exceso de saliva que brotaba de su boca.
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La manada de Izuku Midoriya
Fanfic𝐄𝐍 𝐂𝐔𝐑𝐒𝐎 | Midoriya Izuku, se calificaba como uno de los seres más desafortunados según los estándares de la sociedad. Su familia no era demasiado grande ni de un estatus poderoso, siempre vino de un hogar pequeño, una madre soltera beta. Nun...