Mi Primer Amor <3 ♥❤SHEO❤♥ <3

Soñar despierta - Capítulo 25

–¡Mamá no entres, me estoy cambiando!–

Por un momento deja la puerta entreabierta, da dos golpes a esta y la abre.

–¿Ahora puedo pasar? Shailene, no puede ser que no dejes entrar ni a tu propia madre–

Me esquiva por un lado, entrando a la habitación. Rápidamente volteo a ver a Theo, no está. Debe ser una jugarreta de mi mente, mi imaginación, haberlo visto hace solo unos segundos y que ya no este. Diviso una sombra debajo de la cama, donde los pasos de mi mamá están muy cerca.  

–Podría jurar que escuche un sonido proveniente de aquí–

Camina por el cuarto con la mirada fija en cualquier cosa que se mueva, cerrando las ventanas. Recargo mi peso en la cama, todavía sentada, tirando los pies para dentro, pateando cualquier tela que se salga de debajo del colchón.

–No escuché nada, debió ser solo el viento– Doy un largo bostezo, fingiendo sueño –Creo que mejor dejamos esto para mañana, estoy cansada–

Refriego mis ojos con una mano. Su mirada se posa en mis pies, los muevo de atrás para delante como siempre acostumbro para aligerar su mirada, no lo consigo. Se acerca para sentarse a mi par, un sonido, como si alguna tela se hubiera rasgado.

–Mamá sigo en toalla, necesito cambiarme para poder dormir– Aclaro mi garganta para disimular el sutil sonido de movimientos lentos pero no tan silenciosos para los oídos de mi madre.

Se alza de la cama –No estoy el 100% convencida pero estaré alerta por si algo pasa– Inspecciona una vez más viendo por las ventanas cerradas, cubiertas por las cortinas. Cierra la puerta tras darme un beso en la frente con un ‘‘buenas noches’’ de despedida.

Espero a que sus pasos suenen lejanos para ponerle seguro a la puerta. Casi nunca lo hago, pero creo que debo aprender a hacerlo cada vez que entro. No me gustaría experimentar las consecuencias que podrían suceder después de que nos encuentre rompiendo un par de reglas. No quiero saberlas porque tampoco quiero que pasen.

Me apoyo en la puerta, echando un pequeño vistazo por debajo de la cama. No veo nada… sacudo la cabeza parpadeando un par de veces, si sigo así voy a ver a Theo en todas partes.

Paso mi mano por mi cabello mojado, sacando la toalla húmeda a un lado, agarrando la secadora sobre la mesita del tocador. El rasqueteo de suelas de zapatillas al rechinar contra el piso, hacen que voltee bruscamente, buscando con la mirada de donde proviene el sonido, por instinto también agarro la secadora sin saberlo, apuntando hacia donde mis ojos distraen su atención.

Theo…

Bajo el ‘‘arma’’ dando un largo suspiro. Sale de detrás del armario, riendo por mi expresión asustada. Cruzo los brazos sobre la toalla, dejando el artefacto  a un lado.

–¿Nunca te conté que fui mago?–

Me río por un momento todavía cruzada de brazos.

–No, no lo hiciste–

Él camina por mi costado pasando por detrás de mí.

 –Porque era muy malo con los trucos–

–Me pareció un buen truco el aparecer dentro del armario tras estar bajo la cama– Levanto los hombros para volver a bajarlos, volteo a verlo, su mano sube rápidamente hasta mi oreja bajándola al mismo ritmo con que la subió.

–Se suponía que debía aparecer una moneda, no un arete– Nos reímos, deshace el puño para mostrarme una pequeña piedra azul, que se escondía dentro. Es la pieza de joyería que se encontraba hace solo unos momentos junto al espejo, en el tocador –Y lo del armario…– Pasa su mano por detrás de su cuello, tomándose el tiempo de pensarlo –Solo me metí por detrás, no tuve tanto excito con el sigilo– Extiende su brazo mostrando la tela rasgada de su sudadera –Pero no me descubrió– Termina con una sonrisa triunfal.