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Pregunta Inquieta - Capítulo 19

El sonido de la radio de camino a casa, los mismos arboles que vi anoche, esta vez el cielo celeste cambiando la oscuridad, y los grandes edificios que de lejos se ven pequeños, agrandándose cada vez que estamos más cerca.

–¿Crees que Liv esté bien?–

 –Zoe la está cuidando, no hay nada de qué preocuparse–

Ni yo misma me creo lo que estoy diciendo ¿Zoe podrá con Liv? O seria al revés ¿Liv podrá con Zoe? Los antojos de Liv se caracterizan por las comidas peculiares que ella pide, es decir ¿Quién va encontrar en medio de la noche un restaurante japonés abierto? Si es así, necesito encontrar uno. Zoe duerme como tronco seco, es casi imposible que Liv la despierte a altas horas de la noche, aunque pensándolo bien a veces Liv suele ser muy persuasiva.

Llegamos. Introduzco la llave en el sello de la puerta girando hacia la derecha, la casa está muy silenciosa, diría que hasta demasiado con la presencia de Liv y Zoe arriba. Subimos al segundo piso, la puerta de mi cuarto está entreabierta, un leve movimiento la abre por completo.

–Hola chicos ¿Qué tal su noche?–

Solo encuentro a Liv cepillándose el cabello, y su más que infaltable tazón de comida al lado. Nos sonríe, impaciente por preguntar, sacando a flote algunos detalles que no quiero mencionar. Pronto este cuarto se transformará en una sala de interrogatorio.

–Liv, nada de preguntas–

Pone una mueca de desagrado e ignora lo que dije.

–Y bueno… ¿Qué fue lo primero que hicieron cuando llegaron?–

–Abrimos la puerta– responde Theo.

Me rio por lo bajo viendo el enfado de Liv, ella pone las manos en jarra torciendo un poco la boca. Su expresión me divierte, aunque sé que ella sabrá todo lo que pasó tarde o temprano, por ‘’todo’’ no me refiero a ‘’todo’’ exactamente.

–Theo nada de bromas, ¡Quiero saber que pasó!– Refunfuña esta vez cruzada de brazos, exigiendo información.

–Ya no insistas Liv, ahora dime ¿Dónde está Zoe?–

Tocan el timbre, bajo corriendo las escaleras sin esperar la respuesta de Liv. Lo que me encuentro me deja desencajada, Zoe sin arreglarse. Parecerá un detalle menor, pero Zoe nunca sale sin haberse maquillado, retocado y peinado.

Sus cabellos están alborotados y enredados, la blusa que lleva puesta está arrugada y algunos botones mal ubicados, de un hombro está colgada su mochila. Por su expresión cansada y sus resoplidos contantes la ayudo a pasar, descarga todo su peso en mi hombro y hasta creo que se duerme.

–Zoe…Zoe… vamos arriba–

En palabras suaves intento despertarla, tiene que subir las escaleras, solo siento sus pies arrastrar mientras a tientas sube cada escalón apoyada en mi.

Veo a Liv con una linterna apuntando en dirección al rostro de Theo, creo que ya le revelo algunos detalles de anoche. Cuando me ven Theo me ayuda a depositar a Zoe en la cama. Miro a Liv exigiendo una explicación de cómo Zoe termino así, ella juguetea con los dedos pestañeando rápidamente, me siento al borde de la cama mientras ella vuelve a coger el cepillo y peina repetidas veces su cabello.

–Emm… tenía hambre–

–Ya… ¿después?–

–¿Después?... después comí– Se ríe nerviosamente hasta que se encuentra con mi mirada un tanto seria.

–Liv… cuéntanos detalladamente lo que pasó– Dice Theo, también sentándose en la cama.

–Está bien, les diré si ustedes también me dicen detalladamente lo que pasó– Sonríe victoriosa, ya encontró una excusa que la hará saber sobre lo de anoche, era de esperarse, Liv siempre consigue que le digan la verdad.