Narra Lauren
El día había llegado, no había podido dormir del todo bien en toda la noche, tenía muchas cosas en la cabeza y aun no me podía sacar de la cabeza lo que había pasado estos días con Camila. Era una chica increíble, estaba llena de vida a pesar de su edad, su hija. Michelle me amaba, nos llevábamos excelente y debo admitir que casi me da un infarto cuando me dijo mamá.
Aún me cuesta entender como mi cerebro fue capaz de borrar a semejante perfección de ser humano, Camila se la había jugado contigo por mí, incluso el día del accidente. Todos me dicen que ese día ella iba a pedirme perdón pero que me vio con una chica y se volvió loca; según Taylor Camila salió de la casa corriendo y yo salí detrás de ella, hablamos unos segundos y cuando ella cruzó la calle para tomar su auto e irse yo grité algo, Camila se detuvo y yo caminé hacía atrás y en ese momento fue cuando todo paso. Sé que se seguirá echando la culpa toda su vida pero no es su culpa; solo fue una seguidilla de malas decisiones, aunque, no sé que tan malas; después de todo ahora estamos bien.
-Permiso – era Taylor - ¿Cómo amaneciste?
-Con nervios – dije mirando la hora – aun quedan 3 horas y siento que moriré.
-No seas así – tomo mi mano – todo saldrá bien.
-Quiero que salga bien, quiero que todo salga bien. Quiero volver al buffet, volver a trabajar con niños, quiero terminar mi libro.
-¿Estas escribiendo un libro?
-Si, ayer me trajeron algunas cosas de la oficina y entre esas cosas estaba mi laptop y ahí me di cuenta que estaba escribiendo un libro.
-¿De qué trata?
-¿De qué crees tu?
-¿De Camila? – sonreí.
-No, pero… creo que tiene algo que ver con ella, pero hasta que no sepa por qué no podré seguir escribiendo. Solo sé que trata de otro libro o un cuaderno y de un tatuaje.
-Camila tiene un tatuaje – dijo Taylor mirándome y sentí como mi cerebro hacía presión – Mierda ¿Lauren estas bien? – llevé mis manos a la cabeza y cerré los ojos, veía a dos chicas en una cama haciendo el amor. Eran jóvenes y de cuerpos perfectos, se besaban, se tocaban. Una de las chicas puso a la otra en 4 y acarició su espalda, la acarició hasta que se detuvo en un tatuaje; era un laberinto “que es esto Camila”, “es un tatuaje Lauren”, “¿Qué quiere decir?”, “el que me hizo el tatuaje me dijo que solo el verdadero amor será capaz de encontrar la salida del laberinto” – Lauren me estas asustando.
-Tuve... tuve… yo… un recuerdo – dije mirando a mi hermana – Camila y yo en una cama.
-Eso no es un recuerdo, paso ayer.
-no, no entiendes – miré mis manos – fue de cuando éramos novias, cuando yo estaba en el instituto y ella era mi profesora.
-Oh… ¿Qué era?
-Era el laberinto de Camila en la espalda, me explicaba el significado y seguíamos haciendo el amor – me seguía doliendo la cabeza.
-Me alegra mucho saber que estas acordándote de pequeñas cosas.
-A mí también aunque… cada vez que lo hago siempre termino con un dolor de cabeza horrible – Taylor acarició mi cabello.
-Es mejor que nos vayamos, entre mas rápido lleguemos mas posibilidades es que te den algo para el dolor de cabeza.
-¿Camila no vendrá?
-Me dijo que llegaría en 30 minutos así que más vale que te apures.
-A su orden sargento Taylor – dije en tono de broma.
