Narra Lauren
-¿Estas segura que estarás bien sola? Es navidad Lauren – dijo Taylor.
-Estoy segura que estaré bien, tengo invitaciones para algunas fiestas y así.
-Pero… se supone que esto se trata de la familia, de estar con tus seres queridos.
-Taylor… - la miré a los ojos –tu y yo sabemos sobrevivir a estas fechas – le guiñé un ojo –no es como si nuestras navidad hubieran sido lo mas perfectas del mundo cuando éramos niñas.
-Tienes razón – sonrió – pero te dije que no te dejaría sola, que estaría contigo…
-Si, cuando tenía 19 – la interrumpí – ahora tienes una vida, una vida hermosa a todo esto – ella sonrió – y tu novio está afuera esperándote con un auto de lujo.
-Quien lo diría – miró al suelo - ¿entonces estarás bien?
-Obvio – me acerqué y la abracé – ve y disfruta con tu novio.
-Tienes que buscarte una novia – me susurró al oído.
-Lo sé pero creo que aún…
-Camila desde que la conocí se ha encargado de que me entren ganas de ahorcarla – solo reí – es enserio.
-pero bueno, no hablemos de ella – solté a Taylor – que tengas un muy linda navidad – la besé en la frente – Hey no llores.
-Te amo Lauren – me volvió a abrazar.
-Yo también Taylor y deja de llorar, tampoco es como si nos viéramos por última vez – solo nos miramos – anda, diviértete.
-Te llamaré en al noche.
-Bueno – y así fue como Taylor se fue a su navidad con el chico que la traía vuelta loca, deje escapar un suspiro y me dirigí a la cocina. Ni siquiera sabía que quería cenar para esta navidad así que hice lo que tenía que hacer y dejar de pensar en estupideces… agarré mi celular y marqué a Cara.
-Hola – contestó - ¿Hola?
-Cara – por fin me salió la voz.
-Oh Lauren – sonreí - ¿Cómo está?
-Muy bien gracias.
-¿paso algo? – su tono coqueto lo podía reconocer de acá a la China.
-Si bueno… quería saber si la propuesta que me hiciste hace días aún está en pie.
-¿O sea que soy su opción porque la plantaron? – no dije nada – Es una broma y claro ¿a que hora viene?
-¿Podrías venir tu? Claro si no te…
-Claro que voy – me interrumpió – deme su dirección.
Realmente no tenía ánimos de cocinar así que solo me pedí comida de todo tipo y no tardaron en llegar, arreglé la mesa del comedor y la adorné acorde a estas fechas. Había pasado una hora cuando el timbré sonó tuve una pequeña esperanza de que fuera Camila pero no había sabido nada de ella en dos semanas.
-Hola – dijo Cara cuando abrí la puerta.
-Hola – me acerqué y besé su mejilla, olía muy bien para ser sincera – adelante.
-Woow la mansión Jauregui – dijo mirando todo a su alrededor.
-No es la gran cosa, no quise cocinar así que pedí comida de todo tipo – ella sonrió.
-Gracias por el gesto ¿nos sentamos? Muero de hambre – Cara venía con un vestido cortísimo pero hermoso. Cuando nos sentamos comenzamos hablar un poco de la universidad. Era increíble lo apasionada que era por la carrera y me hacía recordar mis tiempos de universidad – usted es un ícono para nosotros.
