Narra Lauren
Habían pasado algunas semanas y le dije a Taylor que tratara de seguir con su vida que Camila se había ofrecido para llevarme a terapia y al decir verdad me sentía mas cómoda con ella. Cada vez que la veía tratando de aprender una nueva técnica a la perfección para no hacerme sentir mal o mas dolor del que ya siento mi corazón se aceleraba ¿Aún me gustará? Me pregunté muchas veces. Hoy el día estaba feo, llovía muy fuerte y mi terapeuta cancelo la visita a mi casa.
-¿Qué te pasa? – me preguntó Taylor dándome un vaso de chocolate caliente.
-Nada ¿Por qué?
-Soy tu hermana Lauren.
-Lo sé… lo recuerdo – sonreímos – es solo que… no sé…
-¿Camila? – la quedé mirando – Vaya hay cosas que no cambian por mucho que hayas perdido tu memoria.
-¿Qué cosas?
-Te sigues ruborizando cada vez que hablamos de ella o escuchas su nombre.
-¿Enserio?
-Si
-Ella… ella es muy rara…
-Y si, dímelo a mí.
-Es alguien que está llena de vida, tiene un espíritu muy optimista.
-No siempre fue así – miré a Taylor – le costó mucho llegar a ser lo que es.
-Cuéntame… como… como éramos.
-Ustedes… eran unas locas, se escapaban del instituto siempre, iban a la playa, paseaban, salían a comer al restaurante de tu madre, se hacían regalos tan simples pero con mucho amor, no podían estar 5 minutos sus labios separados la una de la otra, sus manos nacieron para estar juntas – sonreí.
-Me encantaría recordarlo, es estúpido que no la recuerde y que si recuerde a Michelle.
-¿Re cuerdas a James?
-Es el ex de alguien… no sé.
-El ex de Camila – nos quedamos mirando – el puso Michelle a su hija por ti, porque quería que Camila luchara por lo que mas amo en su vida y el sabía que no era él.
-Que…
-Eso.
-Esto es raro…
-¿Por qué? ¿te gusta verdad? – sonreí – lo sabía, esa estúpida sonrisa que tienes cuando la miras, cuando te ayuda… esa sonrisa solo se la das a ella.
-Pero no recuerdo nuestra historia y sé que ella está esperando eso.
-A lo mejor podrían tener una nueva historia juntas…
-No sé, sería raro… no para mí pero si para ella.
-Mmm… bueno… supongo que tendrás que esperar.
-¿Tendremos tiempo?
-Siempre se encargan de que el tiempo vuelva a ustedes – sonreí a Taylor - ¿Cómo estas con tus piernas?
-Algo mejor, cada día que pasa siento mas pero no es suficiente… quiero caminar, salir a correr, nadar, manejar… no sé quiero hacer cosas Taylor.
-Creo entenderte.
-¿Por qué crees?
-Porque claramente nunca he estado en una silla de ruedas pero he estado en situaciones que… que me han hecho anhelar hacer todas esas cosas y no he podido – miré su estómago.
