Capítulo 21

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Narra Camila

Entré a la cabaña y no podía dejar de dar vueltas en círculo estaba desesperada porque entrara por esa puerta. Sabía que apenas la mirara me lanzaría a sus labios y la recorrería por completo ¿Por qué tenía que fijarme en ella? ¿Por qué tenía que estar volviéndome loca por una chica que tiene el cuerpo mas caliente que he visto? ¿Por qué Lauren Jauregui vive para tenerme sin control? Justo en ese momento sentí como la puerta se abría y después de 5 segundos la puerta se cerraba.

-Hola ¿Por qué no me avisaste que habías llegado? – voltee a verla y se había colocado una toalla alrededor de sus caderas dejando solo su torso a la vista.

-Lo siento, estabas entrenando y no quería que interrumpir – no podía dejar de recorrer su cuerpo con la mirada -  te ves muy bien en ese traje de baño – la miré directamente a sus ojos.

-Oh… gracias – me di cuenta que comenzó a acercarse y noté que estar en este cuarto con tanta iluminación era peligroso.

-Detente – dije casi obligándome porque lo único que necesitaba en este momento era sentirla, sentir cada rincón de su cuerpo junto al mío – no es una buena idea acá.

-¿Qué?

-Ven – estire mi mano y ella la tomó, caminamos hasta la pieza adjunta la cual era la oficina, cerré la puerta con llave y me di cuenta que este cuarto era mas oscura y que las cortinas no dejaban ver nada de afuera hacía dentro.

-¿Una oficina en tu cabaña? Me parece perfecto – dijo mirando todo a su alrededor – pero sería mas cómodo en la cama ¿no crees? – todo mi cuerpo estaba ardiendo.

-Si, sería mas cómodo y mas hermoso en la cama pero hay un problema.

-¿Cuál?

-Me llego el periodo – Lauren sonrió - ¿Por qué sonríes? Es una tragedia.

-No lo es – comenzó a acercarse a mí y a la misma vez se deshizo de la toalla dejando que callera al suelo.

-Oh dios mío – dije recorriendo su cuerpo el cual aun estaba húmedo, podía notar  las leve gotas de agua que caían por entre medio de sus pechos , por sus abdominales, por sus tatuajes – eres… te odio tanto Jauregui, no sabes cuanto.

-¿si? ¿Qué hice ahora señorita Cabello? – perfecto había comenzado con su estúpido tono sumiso que me ponía aun mas caliente.

-Dios tienes que dejar de hacer eso, por favor – me aferré del escritorio pero ya era tarde, tenía a Lauren a centímetros de mí.

-El que te haya bajado no significa que no puedas hacer nada - ¿puedas? ¿Me estaba dando el consentimientos? Me di cuenta de que Lauren cambió de dirección y presionó sus labios en mi cuello, una de mis piernas quedaron rozando su sexo y la escuché gruñir – tienes muy rico olor – dijo elevando la vista y mirándome directamente a los ojos, bajó su vista hasta mi pierna y sonrió – creo que encontró un buen lugar.

-Eres una – entonces todo lo que no conocía de mí despertó en ese mismo instante, con la fuerza que no sé de donde salió agarré a Lauren y la acorralé contra el escritorio. Nuestros cuerpos se juntaron y llevé mis labios a los de ella, no era un beso bonito. Estaba segura que a las personas no les gustaría estar mirando esto… era un beso lleno de necesidad de la una hacía la otra, sus manos vagaban por cada rincón de mi cuerpo volviéndome loca, elevando mi temperatura a mas no poder.

Dejé de besar sus labios y bajé por su mandíbula hasta llegar a sus clavículas las cuales mordí levemente haciendo que Lauren se retorciera sobre el escritorio. Mis manos se fueron hasta sus abdominales completamente trabajados y los arañé levemente.

Sessions of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora