Narra Lauren
Tenía razón, la vida en Londres era perfecta y es aún mas perfecta con Camila y Michelle a mi lado. Habían pasado 3 años desde que decimos hacer nuestra vida en esta ciudad y no nos arrepentíamos, acá era todo muy diferente a los Estados Unidos pero valía la pena.
Habían sido 3 años de mucho trabajo y paciencia ya que Camila con su trabajo en la universidad de Oxford no le quedaba mucho tiempo para mi y para Michelle pero cuando lo teníamos lo aprovechábamos al máximo. Habían días en que nos mirábamos y nos preguntábamos que hacíamos en este país, porque no nos devolvíamos así todo sería mas fácil empezando porque a Michelle la podrían cuidar todas sus tías idiotas que tiene allá, en cambió acá tenemos que cambiar la niñera una vez al mes.
En estos 3 años habían pasado algunas cosas, Camila ya estaba completamente considerada como una si es que no, la mejor profesora de la universidad de Oxford, todos los meses la entrada de nuestra casa estaba repleta de alumnos, ex alumnos que le escribían para darle las gracias o pedirle alguna carta de recomendación de trabajo. Sabía que ella estaba cansada pero aún así, cada vez que respondía esas cartas lo hacía con una sonrisa en su rostro y eso era lo que mas me gustaba de ella. Michelle, por otro lado entró al colegio y cuando le preguntaron con quién vivía dijo “mama 1 y mamá 2” claramente nadie en ese salón entendió lo que Michelle quiso decir así que no encontró nada mejor que pararse frente a su curso, al cual no conocía y comenzar a contar la historia. Habló sobre James y la historia de amor entre Lauren y yo, después al colegio se le ocurrió la magnífica idea de hacer “un día con los padres” y ahí todo el mundo hablaba acerca de su trabajo y esas cosas pero cuando salí yo y Camila los niños simplemente estaban fascinados con que Michelle tenía dos madres y las dos eran guapísimas.
Por mi parte soy dueña del buffet de abogados mas grande del mundo y en Londres se encuentra el más grande todos y obvio porque estoy acá. Tengo que viajar muchas veces al mes lo cual dificulta un poco la relación entre Camila y yo pero después de una buena pelea siempre lo resolvemos de forma sutil. La universidad de Oxford habló conmigo para impartir clases de derecho, era una gran oportunidad pero les dije que iba a acceder solos si yo podía formar mi horario porque o podía trabajar en tiempo completo y ellos aceptaron, así que, por ende, podríamos decir que Camila y yo pasamos juntas todo el día.
Cuando entramos a la universidad no duró mucho nuestro secreto como pareja, claramente el directos y el rector de la universidad eran consciente de esto y nos habían dicho que querían discreción, bueno fuimos discretos hasta que un alumno nos vio tomadas de las manos y besándonos en el cine en nuestro día libre. Como esto no ocurrió en instalaciones del edificio no tuvimos más problemas, obviamente hablamos días después con el alumnado y todo se resolvió.
Obviamente no todo había sido color de rosas, a los dos años de estar viviendo acá habíamos decidido que sería hermoso tener un hijo, comenzamos el tratamiento pero cuando íbamos por la mitad el doctor me dijo que por el accidente que había tenido, del atropello mi útero no estaba apto para resguardar un bebe por 9 meses así que simplemente lo dimos por perdido. No era como si con Michelle no nos bastara, porque Michelle la amaba como si la hubiera parido yo pero otro hijo, en nuestra nueva vida…. Hubiera sido increíble.
-Yo no entiendo porque nos tenemos que despertar tan temprano mamá – comenzó a discutir Michelle.
-Esos son los horarios del aeropuerto, todos los que viajan tienen que estará dos horas antes que el avión parta.