Capítulo 05

410 59 11
                                    

Se sentían derrotados.

Acababan de perder todo el dinero que les quedaba en un arcade en el centro de la ciudad que solían frecuentar.

Jeno les había llamado e invitado a salir, argumentando que ya tenían trabajo de nuevo, así que no habría problema si gastaban todos sus ahorros en una tarde.

Había sonado razonable hacía unas horas. Al menos hasta que gastaron incluso en dinero del transporte sin darse cuenta. Entonces ya no lo fue.

Lo bueno era que estaban cerca del trabajo del papá de DeJun. Lo malo era que no tanto, y tuvieron que caminar por casi una hora bajo el sol de la tarde.

Menos Jeno. A él lo había recogido su jefe.

– ¿Crees que pueda usar el baño? – preguntó Hendery cuando iban en el ascensor.

DeJun asintió sin responder nada más. Estaba demasiado ocupado relajándose de al fin tener aire acondicionado después de caminar en un inusualmente caluroso día de septiembre.

Por fin llegaron al piso donde estaría el mayor y YangYang salió corriendo a uno de los sillones, dejándose caer.

– Quiero quitarme los zapatos – dijo a su amigo.

– Espera a que nos den acceso a la oficina –

– Buenas tardes – saludó un chico de apariencia joven, aproximándose a ellos – ¿puedo ayudarlos? –

– Hola – sonrió DeJun – vine a ver al señor Qian, pero no le avisé que venía. ¿Él está aquí? –

– ¿Tiene cita? –

– Soy su hijo –

– Oh – sonrió – mi nombre es Mark Lee. Soy el secretario del señor Nakamoto. Ellos ahora mismo están en una conferencia, ¿les molesta esperar en su oficina? –

– No es problema – miró a sus amigos – vamos –

Los tres siguieron al chico por los pasillos que los guiaba.

Tan pronto los dejó en su destino, el muchacho se despidió y dijo que le llamaran en caso de necesitar algo, a lo que los tres respondieron que lo harían.

Una vez solos, el menor se deshizo de su calzado.

– ¿Podemos usarla? – preguntó señalando una TV – traje mi Switch –

– Claro – se encogió de hombros DeJun, dejándose caer en la silla de su papá.

– Quiero ir al baño – insistió Hendery.

– Cierto. Sal por el pasillo, a mano izquierda. Camina entre los cubículos hacia primera puerta en el pasillo de la derecha. Hay unos cinco escalones y, después de subir, el baño estará en la puerta que está frente al comedor –

El otro asintió y salió en esa dirección.

– ¿Cómo se usa esta cosa? – preguntó YangYang, observando el control remoto.

– No tengo idea. Nunca la he usado –

– Estoy demasiado cansado para averiguarlo – lo arrojó por ahí, sentándose en el suelo – ¿crees que a tu papá le moleste si me quedo dormido aquí? –

– Honestamente no creo que nada le moleste más que el hecho de que gasté todo lo que tenía jugando con ustedes –

– Es parte de hacer amigos, Jun – cerró los ojos, estirándose contra el piso frío – a eso se le llama socializar. Además fue con fines recreativos. Pudiste haberlo gastado en cigarrillos, pero no. Eres un chico decente –

BetchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora