Se sentía culpable cuando llegó a casa.
¿Culpable? ¿Por qué?
No hizo nada malo. Sólo se sentía como si lo hubiera hecho.
O tal vez fueron sus pensamientos sucios los que lo hacían sentir así, pero no pudo evitarlos. DeJun estaba podando el jardín, sin camisa y usando solamente unas bermudas muy cortas.
Todo sudoroso y deseable.
Negó. Era un mal momento para pensar en eso.
Suspiró cansado. Estiró su cuello y, a medida que subía la escalera, sentía la familiaridad de su hogar envolverlo.
Sonrió cuando vio a su esposo salir de la ducha. Éste sonrió también.
– Dame cinco minutos y estaré listo – dijo mientras secaba su cabello, mirándose al espejo.
Jaehyun asintió.
– ¿Día ocupado? –
– No tienes idea – resopló – sentía que no se acababa nunca –
– Deberías tener más cuidado – se dejó caer en el colchón, mirando al otro a través de la puerta abierta del baño – casi piso el condón usado que dejaste junto a la cama –
No se perdió el momento en que el otro congeló sus movimientos. Luego, como si nada, se encogió de hombros.
– Ignóralo. Así como me ignoras a mí todo el tiempo –
El castaño sonrió brillante.
– Tienes razón, mi amor – rió – lo siento. ¿Te parece si te espero abajo? –
– Claro, bebé – sonrió también – cinco minutos – insistió.
– No tardes más – canturreó saliendo de la habitación.
Fingiría que no había visto nada. Que todo estaba bien.
Como llevaba haciendo los últimos años.
Pensar en eso era mejor que fantasear con su vecino, de todos modos.
DeJun se dispuso a olvidar todo el asunto de su vecino así que, aprovechando que recién les pagaban el trabajo del viernes, se permitió comprarse algunas cervezas y pasar el rato consigo mismo.
No negaría que estaba triste. No había caso en hacerlo, pero no servía de nada quedarse a lamentarse en su cama si de todos modos no iba a poder dormir.
Era mejor hacerlo en el patio trasero.
Miró al cielo y se estremeció ligeramente.
En las noticias habían anunciado el primer frente frío de octubre para esa misma semana. Y pensar que hasta hacía unas cuantas semanas todavía se metía en la piscina. No pasaría tiempo ahí en muchos meses.
Frunció el ceño cuando escuchó el auto de la casa de al lado llegar a la cochera.
Luego de eso, un par de risas.
Tragó con dificultad, intentando recordarse a sí mismo que no debía llorar. Que debía pensar en otra cosa que su vecino.
Negó. No podía hacerlo.
Luego de un rato de debatirse entre ir adentro o quedarse ahí, llamó su atención un suave olor a tabaco.
– Parece que mañana va a hacer frío – comentó Jaehyun, del otro lado de la cerca.
DeJun frunció el ceño.
No había manera de que supiera que estaba ahí, no se veía nada de una casa a otra.
– Sé que estás ahí. Te vi cuando llegué –
– No te escuché hacerlo – mintió – ¿tuviste una cita? –
El mayor no respondió.
Luego de lo que pareció demasiado tiempo, Jaehyun salió de la oscuridad, caminando relajado hacia él.
– ¿Puedo sentarme? –
– Claro – se encogió de hombros.
El mayor sonrió y tomó la silla junto al otro, terminándose su cigarro.
– ¿Cómo te ha ido en la escuela? – preguntó de la nada.
– ¿Ese te parece un buen tema de conversación para las tres de la mañana? – rió.
– Sólo quiero distraerme de algunas cosas que me han pasado –
– ¿De casualidad no figuro entre ellas? ¿O no soy tan relevante? –
– Has sido lo mejor hasta ahora – resopló una risa – pero ¿cuál es el punto de que te lo diga? En unos minutos regresaré a casa y dormiré junto a una persona que no me complementa por que eso es hacer lo correcto –
– ¿Ahora haces lo correcto? – lo miró incrédulo.
– No tengo opción – se encogió de hombros – te has distanciado –
– Tenía mucho que perder si no lo hacía – hizo una mueca – tal vez más que tú –
– No voy a discutir eso. Puede que tengas razón –
DeJun asintió, sin decir nada más.
Tal vez debió alejarse cuando el otro se arrastró más cerca y lo atrajo en un abrazo, pero tenía frío. O al menos esa sería una excusa decente.
– ¿Puedo besarte? – susurró.
El menor no respondió.
Jaehyun tomó su rostro con delicadeza y rozó sus belfos con los propios, comenzando a besarlo con cariño.
O eso quería pensar.
Sabía a tabaco y algo más. Sabía a él.
No puso resistencia cuando el mayor lo atrajo sobre él. Tampoco cuando comenzó a frotarlo sobre su entrepierna o cuando comenzó a desvestirlo.
Su único objetivo fue no hacer demasiado ruido para no despertar a nadie y deleitarse con el cuerpo del otro, que resultó encantarle a primera vista.
Se sintió completo cuando el mayor, después de hacerlo terminar, besó con gentileza toda su piel, haciéndole estremecerse.
No estaba bien, nada de eso. Pero ya no quería decirle que no.
Sabía que no iba a terminar bien. Sabía que iba a doler, pero no quería estar lejos. Ya no.
Estaban haciendo todo mal.
Deliciosamente mal.
Ya. Ahora sí hasta aquí por hoy.
Ahora, ahí está muy claro que Jae y Sicheng no son el mejor matrimonio del mundo. Quiero dejar en claro que ellos no se odian, pero tampoco es como que se amen.
Aún así, la infidelidad está mal. Si no quieres a alguien, lo cortas de raíz, o vas a lastimar todo a tu paso, incluyéndote. En caso de ser en sentido opuesto, alguien que te quiere no te hace eso.
En fin, nos vemos ✌🏼
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Betcha
FanfictionA DeJun le gusta el amigo (casado y prohibido) de su papá. Es tan incorrecto. Y él es un buen chico. No debe hacer nada malo. Al menos hasta que le cuenta a sus amigos, YangYang y Hendery. Ellos hacen una apuesta. Sólo debe conseguir su número y g...