Capítulo 23

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Hacía mucho tiempo, antes de navidad, que Jaehyun había dejado de ir a cenar con los Qian.

Según los mayores, la razón surgía a raíz del difícil momento que estaba pasando tras su divorcio, pero la realidad no podía estar más alejada de eso.

Después de la cena, la madrugada del 25 de diciembre, le había enviado un mensaje a DeJun, suplicándole otra oportunidad. Suplicándole que le permitiera demostrar que iba en serio y que valía la pena intentar.

El menor respondió hasta la mañana.

Fue breve, pero directo.

"Vas a ir paso a paso y no pienso mover un dedo".

Y, para Jaehyun, eso estaba más que perfecto.

Él no necesitaba que DeJun hiciera nada. Se encargaría personalmente de que las cosas funcionaran con tal de tenerlo una vez más en su vida.

Lo mejor era que los Qian habían pensado que la mejora de su estado anímico se debía a que lo habían invitado y no había tenido que pasar la navidad solo, así que lo invitaron a la fiesta de fin de año también.

Habría familiares, otros amigos y, por lo que supo de Kun, un par de primos que tenía y que estaban solteros.

Oh, pobre Kun. Si tan sólo supiera que él no tenía ninguna intención de ser su primo, sino su yerno.

Pero bueno. Tiempo al tiempo.

En fin. Estaba tan en las nubes que casi no prestó atención a la conferencia que tuvieron con Yuta esa mañana, donde les informó que regresaría esa misma noche, 29 de diciembre.

No. Él pensó que, si Yuta regresaba, YangYang estaría ocupado, lo que significaba que era muy posible que DeJun estuviera libre.

Cariño

Quieres salir más tarde?

DeJun

Sipi

Yang me abandonó y Hendery no quiere hacer nada

Supongo que estoy libre

Sonrió satisfecho.

Bien, sí. Ahora tenía que planear lo que se suponía que iban a hacer. No había pensado en eso antes de enviar el mensaje.

Okay. Podía trabajar en ello.

Excepto que no lo hacía. Tenía trabajo real que hacer.

Tan pronto terminó la reunión, salió corriendo a su oficina y comenzó a buscar qué demonios hacer para impresionar al menor.

Pero ese convenio que Yuta había propuesto a sus clientes le llamaba más que otra cosa. Incluso tuvo algunas ideas cuando se propuso dejar de pensar en DeJun un momento y escuchar a su amigo japonés.

Japonés. Claro.

– ¡Shotaro! – llamó alto, haciendo al menor correr a él – necesito que planees la cita perfecta para mí –

El menor ladeó la cabeza, sonriendo coqueto.

– ¿Tan pronto? – se encogió de hombros – pensé que esperaríamos unos meses para conocernos mejor –

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