Betcha

Capítulo 09

Normalmente no habrían disfrutado de un viernes tan ocupado, y no lo hacían, pero DeJun y YangYang estaban agradecidos de tener demasiado trabajo como para que Hendery tuviera tiempo de preguntar por qué demonios habían actuado tan extraño todo el día.

Estaban en la fiesta de cumpleaños de algún desconocido, usando su uniforme que normalmente consistía en camisa blanca, pantalones color negro, y un ridículo moño.

Excepto YangYang. Él era el chico de la barra, así que generalmente usaba también un chaleco.

Pocas veces el menor tuvo tiempo de levantar la mirada y perderse en sus pensamientos, pero no estaba ni de lejos lo atareado que estaban sus amigos. Ellos estaban caminando por todos lados, mientras a él le correspondía sólo preparar las bebidas cuando alguien se lo pedía.

Sonrió a Jeno cuando lo vio llegar.

– Hola – saludó el mayor – oye, hay un tipo allá pidiendo que le prepares nuevamente su bebida –

YangYang frunció el ceño.

– ¿Qué hay de malo con la que le servimos? –

– Dice que no sabe bien –

El menor miró el vaso extrañado y lo tomó para probarla.

Estaba excelente.

Tal vez estaba un poco azucarada, así que agregó unas gotas de limón al trago nuevo que preparó.

Al rato de eso, Jeno regresó.

– Me la devolvió otra vez –

YangYang lo miró cansado.

– ¿Es uno de esos? –

– Parece ser – asintió desganado.

El otro suspiró pesado antes de preparar otra bebida igual.

– Dile al idiota que sólo la puede cambiar tres veces. Si sigue sin gustarle, puede venir a prepararla él mismo –

El otro sonrió y asintió, caminando lejos nuevamente.

YangYang negó de mala gana. Odiaba cuando los comensales se ponían estúpidos o groseros sin razón aparente.

Pero ni modo, tenía que trabajar.

Resignado, tomó el trapo humedecido que normalmente usaba y se giró a limpiar la mesa de licores.

– Sigues preparándola mal – habló alguien tras él.

Irritado, se giró a enfrentar al tipo y frunció el ceño cuando lo vio.

– ¿Qué haces aquí? –

– También me da gusto verte – rió – es el cumpleaños de mi amigo –

– Bien, felicítalo de mi parte – siguió limpiando.

– Yang... –

– Estoy ocupado, Yuta –

– Eso veo – asintió – la fiesta está algo aburrida, ¿por qué no salimos de aquí? –

– ¿No me escuchaste? Estoy ocupado – repitió.

– No lo estás – resopló – niño – llamó a Hendery, que caminaba de un lado al otro.

– ¿Sí, señor? –

– Te daré cinco veces tu paga de hoy si cubres a YangYang –

– Hecho – caminó detrás de la barra – largo – dijo empujando a su amigo, sonriendo rápidamente a un invitado que llegaba a ordenar algo.