Capítulo 28

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Los fuegos artificiales hacían a toda la gente abandonar la calidez de sus casas para observarlos fascinados.

Las luces los hacían acercarse más. Todos querían estar más cerca. Tener una mejor vista.

No DeJun.

Cuando todas las personas en su casa salieron a ver el espectáculo de pirotecnia, él arrastró a Jaehyun escaleras arriba y lo besó con intensidad.

– Feliz año nuevo – sonrió.

El mayor estuvo por decir lo mismo cuando el otro lo empujó contra la superficie sólida y volvió a besarlo.

Jaehyun apenas pudo registrar que estaba siendo desnudado.

No lo detuvo, por supuesto. No tenía intención de hacerlo por que, desde que llegó esa noche, no veía el momento de comenzar con ello.

– Jódeme contra esta puerta – susurró el menor – y hazlo rápido. Papá estará buscándome –

No tuvo que pedírselo dos veces.

En un parpadeo, Jaehyun les dio la vuelta y lo apresó contra la madera fría, desnudándolo también.

Sin mucha dificultad, cargó sus piernas y las enroscó en su cuerpo, dedicándose a besar su cuello, morder su pecho y jugar con sus botones por el placer de tentarlo.

– En serio – rió – tienes como cinco minutos. Los fuegos artificiales no durarán toda la noche –

Sin pensarlo más, el otro tomó su erección y la alineó entre sus mejillas para introducirla lentamente, sacando un jadeo entrecortado de sus dulces labios.

Se dejó caer contra él, enterrándose tan profundo como pudo. Hacía frío, pero ambos habían comenzado a sudar.

– ¿Así? – preguntó con un tono ronco – ¿más rápido? –

El menor negó, sonriente.

– Justo así – lo besó – ahh... así –

Se sentía tan bien como estaba.

Tan violento que lo golpeaba contra la puerta, tan fuerte que lo sostenía en el aire... tan obsceno que no le importó.

Abajo comenzó a escucharse el murmullo de nuevo.

El castaño comenzó a empujar con más rapidez, haciendo al otro comenzar a gemir bastante alto. Cualquiera dentro de la casa podría escucharlos.

Eso los encendió como nunca.

DeJun lo tomó del cabello con una mano y con la libre enterró sus uñas en su espalda.

Escucharon pasos al final del pasillo. A mediados de la escalera.

– No te detengas – jadeó – sigue. Ya... voy a venirme. Sigue –

Alguien tocó la puerta.

– Ahh sí... – apretó las piernas alrededor del cuerpo del otro – no te detengas –

Los golpes en la puerta se volvieron más sonoros y constantes. Jaehyun no sabía si eran ellos o quien quiera que estuviera tocando.

– Sigue – gimió más fuerte – sigue. Voy a... aaahhh –

Y eso fue todo.

Terminó entre sus cuerpos, soltando un alarido y apretando sus paredes tanto que hizo al otro terminar también.

– Mierda – bajó sus piernas de golpe, empujando al otro lejos en un intento de que las secuelas del orgasmo abandonaran su cuerpo más rápido – mierda –

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