Se estaba arreglando para ir a trabajar, silbando y de buen humor.
En el reflejo del espejo, mientras arreglaba su corbata, vio a YangYang dormido, envuelto en sus sábanas.
Se veía tan lindo.
Sonrió enternecido, pero pese a que lucía bonito, tuvo que despertarlo.
– Hay café en la cocina – susurró, repartiendo besos por su cara – tu ropa está en la secadora. La llave de repuesto está en la lata de café vacía de la alacena. Cierra cuando quieras irte –
El menor negó entorpecido, incorporándose lentamente.
– Te acompaño a la puerta – bostezó – sólo déjame ir al baño primero – balbuceó levantándose.
Yuta resopló una risa y terminó de vestirse.
Luego de un momento, cuando ya estuvo a punto de irse, YangYang salió de la habitación, usando la camisa que había usado él ayer.
El menor se detuvo a apreciarlo.
Yuta estaba usando ropa formal. Sostenía su chaqueta en su mano, en la otra un café y llevaba un portafolios colgado del hombro. Además, estaba usando lentes de aumento.
Perfecto.
– Quiero bañarme primero – sonrió inocente, jalando el borde de la camisa hacia abajo.
– Está bien, úsala todo lo que quieras – sonrió también, acercándose – debo irme –
Bebió el último trago de café, puso la taza en la barra, y dejó un beso en la mejilla de YangYang, caminando hacia la puerta.
El menor jadeó, ofendido.
– ¿Qué crees que estás haciendo? – reclamó, siguiéndole fuera.
Yuta miró a todos lados, escandalizado.
– Vuelve adentro – regañó – alguien puede verte y ni siquiera estás vestido –
– ¿Llamas a eso un beso? – siguió caminando hacia él – eso no fue un beso –
– YangYang, por favor, vuelve adentro – pidió en voz baja – sólo estás usando mi camisa –
– Entonces tómala de vuelta – comenzó a desabotonarla – no quiero usarla si no vas a besarme. Pueden verme desnudo todos, igual yo... –
Yuta soltó su portafolios y chaqueta para alcanzar a tomarlo entre tus brazos y darle un intenso beso, interrumpiendo su pequeño drama.
– Eres un manipulador – lo mordió.
– No te costaba nada – sonrió triunfal – voy a quedarme. No quiero ir a la escuela hoy, así que esperaré a que llegues justo aquí. Y trae de comer cuando vengas del trabajo – le dio un pico – te quiero – dijo separándose.
Yuta parpadeó confundido cuando el menor cerró la puerta de su departamento en su cara.
Negó, comenzando a recoger sus cosas.
YangYang tenía una personalidad fuerte y llena de sorpresas.
Lo excitaba, pero sobre todo le encantaba.
Ya ni siquiera le importaba que vería a Jungwoo para discutir esa misma tarde.
Se sentía en las nubes.
– ¿Entregaste mi tarea? –
– Sí – rodó los ojos – y me sorprende que me llames para preguntar hasta las tres de la tarde –
ESTÁS LEYENDO
Betcha
FanfictionA DeJun le gusta el amigo (casado y prohibido) de su papá. Es tan incorrecto. Y él es un buen chico. No debe hacer nada malo. Al menos hasta que le cuenta a sus amigos, YangYang y Hendery. Ellos hacen una apuesta. Sólo debe conseguir su número y g...