Capitulo 8: Una dificil decision

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Cuando desperté ya era de día, de hecho el sol me quemaba los ojos así que lo primero que hice fue cubrirme la cara con mi almohada. Me encontraba sobre una cama dura y algo incómoda rodeada de otros cuarenta OMG que recién despertaban. Todos teníamos camillas individuales pero bastante cerca una de otras. Me toqué la cabeza y percibí una punzada de dolor, la costra de sangre seca me indicó que ahí había dado el dardo que me "durmió." 

— Hay vendas ahí— me dijo una voz somnolienta a un lado de mí. En lugar de ver las vendas miré a la persona que me hablaba, tardé un minuto en reconocerlo: era rubio, delgado y con un rostro agradable caracterizado por unos labios delgados y una nariz aguileña. El chico de ojos verdes, George, me dedicó una sonrisa— buenos días.

Sonreí.

— ¿Cuándo te durmieron?— pregunté, ya menos atontada.

— en el ataque final, recuerdo que tú sí lograste llegar al almacén.

Me encogí de hombros, cuando iba a ejecutar mi plan me durmieron, seguramente Zach había caído poco después. Si él solía ser ganador en estos jueguitos yo acababa de romper su racha ganadora, sentí algo de lástima por él. Un tipo tan soberbio y rencoroso como él no me lo perdonaría.

— la cagué— admití, con el ánimo caído.

George esperó una explicación pero entonces un grito de alegría procedente del otro lado de la enfermería captó mi atención.

— ¡Bien hecho, escocesa!— exclamó Zach con Ming y un adormilado Ditt a su lado.

Fruncí el ceño, no entendía nada.

— ¿En serio?— pregunté confundida.

— prácticamente ganamos por tu plan suicida— agregó Zach con orgullo.

— creo que fue culpa de Ditt, él me ordenó ir al almacén— le dije al aludido con una sonrisa tranquila.

— Pero no te hice agarrar la bomba— me contradijo con una mueca burlona.

— Para ser tu primera vez no estuviste mal— dijo Zach.

Al escuchar su felicitación solté una carcajada, no pude evitarlo, pero le hallé el doble sentido que él no pensaba transmitir.

— lo tomaré como un gracias.

— hiciste un mal juego de palabras— dije.

Él enarcó una ceja.

— allá afuera... bueno, dicen eso cuando dos personas...— no parecía entender, pero Ming si lo hizo y se rio conmigo.

— ¡Qué inocente Zach!— exclamó esta.

Zach torció los labios, al parecer no le gustaba esa imagen.

— ¿De qué hablan?— dijo Ditt medio ido.

— De segundo sentidísmo— dije sin esperar a que entendiera.

— ¿Qué?— dijo, entornando los ojos.

— Mejor duerme otro rato, viejo— le dijo Zach. Le dió una palmada en la espalda y dejó que se marchara. Zach volvió a mirarme— gracias a lo que hiciste es probable que puedas participar en la jugada maestra.

Lo observé confundida, me hablaba en idioma OMG el cual aún no comprendía.

—Por tu cara veo que no tienes ni idea de lo que eso significa— se burló— novatos— le dijo a Ming y esta asintió sonriendo— es un juego anual amistoso entre todos los OMG, hacemos equipos y nos enfrentamos unos a otros como si fuera una misión. La verdad es el mejor juego del mundo, y si continúas así quizá te meta a mi equipo.

Un poder para el malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora