Capitulo 27

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Los dos no se dirigieron la palabra en ese tiempo debido a la vergüenza y que Tanjiro había llegado justo a tiempo.

Himawari huyo hacia los asientos de atrás dejándole el puesto libre al pelirrojo

Además de eso el encargado de recoger los boletos se acercaba lentamente, Yukiko se acercó a su hermana dándole el boleto y sentándose junto a ella, cuando aquel hombre de mirada distante y fría se acerco perforo los boletos y se fue hacia los demás asientos.

Extrañamente cuando aquel hombre, salió la atmosfera se sintió diferente, las luces empezaron a parpadear de repente.

Kyojuro se levantó rápido colocando su mano cerca de la empuñadura de su katana mirando serio hacia un punto cerca de la entrada del otro vagón y fue ahí donde apareció un demonio grande y fuerte.

La epicidad del momento fue tanta que la dejo sin aliento al ver como el rubio se había movido tan rápido llegando por detrás del demonio ya evaporándose en el aire.

Himawari había quedado asombrada.

Era la primera vez que lo veía en acción.

-Manténganse atentos, ese demonio se había ocultado con una técnica de sangre – indico siguiendo caminando hacia el otro vagón seguido por los chicos, Yukiko se había quedado junto con la azabache para ver si nadie había salido herido.

Se escucho el grito de Zenitsu dando aviso de que habían encontrado a otro.

Cuando las dos se aseguraron que no había rastro de nada, se adentramos al otro vagón viendo una escena en la que todos los demás rodeaban al mayor gritando de emoción seguido de las risas efusivas del rubio.

Yukiko y Himawari se miraron entre, la mayor estaba extrañada por aquella celebración que hacían los menores, su hermana menor solo respondió alzando sus hombros restándole importancia a la escena.

De un momento a otro el ambiente se calmo y todos parecían alegres debido a que con Kyojuro todo parecía tan fácil debido a la fuerza que este tenía.

Yukiko le indico que le diera aquel mango de metal el cual tenía una cuchilla en el extremo de esta, y cuando ya lo tenía en sus manos la sacudió un momento haciendo que el otro extremo se alargara, aquella era la Yari especial de Yukiko.

-Aun no debemos bajar la guardia Rengoku-san – hablo seria mirando a todos – Yo y Himawari vamos a revisar los otros vagones – su mirada viajo hacia la azabache y empezó a caminar – Si necesitamos su ayuda Himawari llegara rápido –

Himawari se despedido con la mano del grupo alejándose.

Revisaron algunos vagones y al llegar al tercer vagón de adelante decidieron sentarse un momento, por alguna extraña razón las dos féminas empezaron a sentirse somnolientas y eso no tardo mucho por convertirse en sueño cuando se acomodaron cayendo dormidas profundamente.

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Himawari se revolvió de su sitio, se sentía incomoda al notar movimiento en su cabello, arrugo su entrecejo cuando pudo sentir que unas manos estaban acariciando su pelo, abrió los ojos con curiosidad notando que la silueta del rubio se encontraba mirando hacia adelante, pequeños rayos de sol que se colaban por las hojas de aquel árbol los cuales impactaban por secciones en el cabello del contrario haciéndolo brillar.

-Ah despertaste – soltó Kyojuro mirándola con una tierna sonrisa, pero aquella se esfumo al ver que Himawari lo miraba extrañada algo que lo confundió - ¿Estas bien? - espero una respuesta, pero la azabache no podía articular palabras, el rubio toco su frente cerciorándose de que no tuviera fiebre o algo así

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