Capitulo 11

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Una carta había llegado anunciando el primer maestro del mes, me sorprendió mucho al ver el nombre de Mitsuri en aquel sobre lo que indicaba que ella debería ser mi maestra, por una parte, me sentía bien que ella sea la que me iba a enseñar por 1 mes entero, me llevo muy bien con ella y eso podría facilitarme un tanto las cosas.

Acomode todas mis pertenencias que necesitaría en mi estancia en la finca del pilar del amor me despedí de Gin y tontamente grite un "Adiós Reika" pensando que tal vez lo habría escuchado.

Al llegar fui recibida animosamente por aquella pelirosa de puntas verdes, nos dimos un abrazo y empezamos a saltar de la emoción, ella porque se emocionaba mucho de ser mi maestra y yo porque pues iba a estar con ella todo un mes.

Mitsuri sujeto mi mano y me guio hacia la cocina- ¡Debes estar hambrienta ¡- dijo con una sonrisa- ¡Comeremos primero y después te entrenare! –

- ¿Que? tan rápido ...podíamos quedarnos un ratito a hablar – ella se detuvo a medio camino de la cocina y giro sobre sus talones mirándome

Alzo su dedo y lo movió de un lado a otro- ¡No!, tenemos poco tiempo y Oyakata-sama me dio instrucciones claras – me señalo -No te dejare escapar ¡Daremos lo mejor! – me enseño su puño dando énfasis a lo que decía

No pude evitar formar una sonrisa tensa, realmente no sabía lo que me esperaba con ella, estaba al tanto de aquella fuerza que la caracteriza así que supuse que aquellos entrenamientos que Mitsuri me iba a poner debían ser proporcionalmente difíciles para mí y fáciles para ella.

Después de comer un gran desayuno y hablar entre comidas sobre ciertos temas frecuentes entre las dos, nos dirigimos al patio trasero de su residencia vi  dos siluetas conocidas sentadas en una roca, cuando nos vieron salir ellas se levantaron dirigiéndose a nosotras

- ¿Qué tan difícil es lo que me harás hacer Mitsu-san? – pregunte al ver que mis dos hermanas gemelas estaban ahí

-No será para nada difícil, primero entrenaremos tu flexibilidad y músculos – por un momento pensé que debería ser una broma, lo que decía Mitsuri era demasiado fácil

-Entonces pan comido – dije segura de mí misma, tenía una motivación al máximo ¡Nada me iba a detener!

Oh cuanto me arrepiento de a ver dicho eso...

¡No era nada fácil!

Me encontraba en el piso siendo jalada de mis extremidades, parecían que querían arrancarlas.

- ¡Deja de quejarte tonta! - gritaba Yariko jalando mi pierna izquierda

- ¡Esto no es nada! - dijo Yuriko esta tenía mi pierna derecha

- ¡Hima-chan tú puedes! – decía Mitsuri, estaba presionando mi espalda tratando de que bajara

Las gemelas sujetaban mis piernas que habían sido abiertas para que yo no las moviera.

Entre muecas de dolor mías, risas de las gemelas y ánimos de Mitsuri pude recostar mi cuerpo en el piso y abrir totalmente mis piernas

El pilar del amor me soltó y aplaudió dando algunos saltos- ¡Estoy orgullosa! Te dije que podías hacerlo –

- ¿Pero a que costo? - murmure – No siento mis extremidades

-No es tan grave Hima-chan, apenas comenzamos...- Mitsuri me paso un vaso de agua, la mire con horror cuando aquellas palabras salieron de su boca

Apenas habíamos comenzado ...

Durante todo el día Mitsuri y las gemelas junto a mi estuvieron literalmente moviéndome de aquí para allá, jalando y haciendo que hiciera algunas volteretas o cargando peso mientras hacia estas y lo peor de todo fue cuando empezaron a jalar mis pierna hacia una posición no natural para que mis músculos se acostumbraran.

You are my lightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora