Capitulo 39

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Todos estaban haciendo su mejor esfuerzo en lo que podían y aunque Himawari comprendía los peligros de lo que estaban planeando hacer, ella no parecía dar su brazo a torcer, por otro lado Kyojuro trataba de recuperarse aunque sabia lo delicado de su estado, tampoco se quería quedar atrás o al menos no quería ser una carga.

La positividad parecía ser un alivio a sus dolencias.

Pero en cuanto a Koji..., aunque estaba seguro hace días, sabía que ninguno estaría preparado correctamente para lo que se aproximaba y eso lo estaba colocando en una mala situación, Himawari quien se suponía que debía ser el punto fuerte en todo esto, no estaba ni dominando ni la mitad de lo que se suponía debía hacer un Endo.

Los desmayos tras la pérdida de sangre al usar las técnicas era una debilidad que debían corregir pero eso no se hacia de la noche a la mañana supondría años de entrenamientos y para mal no parecían contar con mucho tiempo.

La pelinegra ahora estaba vendando las heridas ya casi curadas del rubio, la fina tela del vendaje recorría amablemente el torso desnudo del contrario, no era nada de lo que no estaba acostumbrado pero siendo ella quien estaba atendiéndolo tan cuidadosamente, hacia que sus nervios salieran a flor de piel; el simple hecho de sentir su tacto recorrer parte de su cuerpo lo avergonzaban de sobremanera, se preguntaba cómo es que esas pequeñas manos podían agarrar fuertemente una katana, no dudaba que Himawari era fuerte, pero no le cabía la idea el hecho de que sus manos se sintieran suaves.

- Ya está – dijo dando unas palmaditas a la espalda del rubio

- ¡Gracias! – sus ojos se dirigieron hacia el vendaje recién hecho no estaba ni tan ajustado ni tan flojo se sentía como si no estuviera ahí – Eres muy buena en esto – Himawari quien guardaba todo en la caja se giro a verlo le regalo una pequeña sonrisa para volver en lo suyo

-Trata de no moverte tan brusco la próxima vez – cerro la pequeña caja y la agarro – Al menos el señor Koji fue amable contigo – camino hasta la pequeña estantería dejando aquella caja en su lugar

- ¿Tú crees? – Kyojuro no lo recordaba así, aunque estaba agradecido de que aquel hombre no se haya contenido.

Himawari asintió

-Es mas brusco conmigo...creo que es porque le recuerdo a mi madre – rio nerviosamente ante ese hecho, su parecido con su madre era una realidad, aunque a diferencia de esta, Yashiro tenía el cabello lacio mientras que el de Himawari acababa en ondas, ella camino hacia el rubio y se sentó a su lado, se estiro con toda la pereza del mundo y acabo por acostarse en el piso , los dos se quedaron en silencio mirando hacia el patio que daba en un pequeño bosque oscuro , notaron a un gato quien descansaba encima de los arbustos – Me gustaría ser un gato...- confeso , Kyojuro giro para verla

- ¿Por qué? –

- ¿Por qué no? –

- ¿No sería un poco aburrido? –

Himawari se sentó rápidamente

-Tal vez, pero creo que estaría preocupada por otras cosas – puso un dedo en su barbilla – Como saber dónde dormir o que comer – su boca formo una sonrisa y divertidamente puso sus manos imitando a un gato – Solo diría ¡miau! Y ya tendría comida – soltó una carcajada a la vez que se echaba de nuevo en el piso.

La pequeña pantomima que había realizado causo que el corazón del rubio diera un vuelco, le pareció tierno aquel gesto, tapo su rostro con sus manos ocultando el sonrojo de sus mejillas aunque aun así no evito soltar unas pequeñas risas.

Cuando los dos pararon de reírse, Himawari suspiro y entonces Kyojuro soltó una pregunta bastante difícil de responder.

-Cuando se acabe todo esto... ¿Qué quieres hacer? –

You are my lightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora