❝Daddy, Follame❞©-Five Hargreeves (√COMPLETA)

Capítulo 15: Calzones de Elefante y un ¡¿Consolador?!

¡Ay, los pelos se me ponen de punta!

—¡No quiero ponerme esos calzones!— murmura Five entre puchero.

—Te los compré con mucho amor, princeso— dije un poco molesta.

Él me miró sonrojado.

—¿Por favor?— le pedí amablemente. Me acerqué y le susurré— Te estaré esperando en la habitación. Pista: estaré desnuda.— sonreí al ver cómo se calentaba. Salí corriendo de la otra habitación, sentía que lo había logrado.

Me quité la ropa. Créanme que toda la ropa interior sexy no sirvió de nada, pro que no me la pondría hoy. Tal vez después.

Rei al ver a Five entrar ala habitación con los calzones que le compré y con sus cara de indignación y fastidio.

—No es divertido, me veo ridículo.

—Ridiculamente sexy y caliente.— me acerqué a él, moviendo mis cadera como si fuera una pasarela de moda.

Él sonrió con maldad. Me dió miedo y casi dejo de caminar, no le tomé importancia y lo tomé por el cuello. Lo miré a los ojos y miorada fue bajando hasta su boca. Él hizo lo mismo.

Sonreí y lo besé tiernamente.

—Para—dijo seco.
Lo miré confundida. Se alejó de mí y fue a uno de los cajones y de allí sacó algo que... No quería probar el día de hoy.

Maldito consolador, si hubiera sabido que estabas allí me hubiera desecho de tí.

—¡Mierda!— solté entre dientes.

—Necesitaré de lavarte esa boca con mucho cloro, princesa— sonrió perverso, mientras se acercaba a mí, se paró en seco.

—Acuestate en la cama, con los pies y los brazos extendidos. Ahora.—ordenó.

Lo miré como si estuviera loco y el no dejó de mirarme, juraría que su mirada decía: Obedece o te castigaré follandote tan duro con el consolador que mañana no podrás ni hacer de la pipí.

¡Valla imaginación la mía!

Obedecí como la buena sumisa que soy y me posicioné tal y como dijo.

Él me miraba desde el lugar donde se quedó.

Caminó hasta la cama y puso el consolador en ella, caminó moviendo sus caderas, causando que la nariz del elefante se me está sexymente. No me había equivocado al escoger ese calzón.

Quería reír de lo gracioso que de veía, pero las ganas se esfumaron cuando ví que de otro cajón sacaba dos esposas.

¡Diablos!

Valla lío en que me eh metido y todo por unos calzones de elefante que se le veían jodidamente perfectos.

Y volvió esa misma sonrisa de maldad, estaba a punto de huir de allí.

—No te muevas ni un centímetro, princesa.—volvió a ordenar como un asesino en serie ordena que no te muevas  para que puedas vivir unos segundos más.

Su voz me dió escalofríos. Asentí desde la cama.

Con una de las esposas, me esposó la mano derecha y el pie derecho. Y con la otra la mano izquierda y el pie izquierdo. Mi moviendo era limitado.  Lo miré pero el no a mí. Salió de la habitación y me asusté.

¡Este cabrón me iba a dejar con las ganas otra vez!

¡Nooo!

Pero mi grito interno fue peor cuando ví que traía un bote de helado de galleta consigo y una cucharada. Lo habría mientras se posicionanab sobre mí. La cuchara entró en contacto conmigo junto con el helado, una oleada de frío invadió mi cuerpo. Me estremecí. Mis senos se erectaron ante el frío.

El helado estaba desde mi cuello hasta mi cintura, casi llegando a mi zona V.

Dejó la cuchara y el bote en la mesita de helado y con su lengua quitó todo el helado que había en mi cuerpo, con toques suaves y exitantes. Me movía y me lastimaba a mi misma con las esposas.

—Ten cuidado, hacen daño, no te muevas. —ordenó y siguió recorriendo mi cuerpo con su lengua, hasta que de pronto llegó a mi zona V, su lengua la penetró sin avisar, la punta entraba y salía constantemente y yo me doblaba por la excitación, mis pies y manos ardían, no podía dejar de moverme. La cara de Five estaba clavada en mi vagina, comiendosela salvajemente.

Estaba loca, apunto de llegar al climax cuando él paró de repente.

Lo miré confundida de nuevo, tomó el consolador y lo puso cerca de mí vagina, pasándolo varias veces, anhelando por primera vez que lo metiera en mí. Estuvo así vatios segundos, yo me estemeciaby me frustaba.

—Five, ¡Mételo yá!— exigí al borde de un colapso.
Asintió con dramatismo y lo metió de una sola estocada.

¡Tan siquiera avisa, maldito!

Grité un poco, pero el se hizo el oídos sordos y siguió metiendo y sacando, la nariz del calzón se meniaba de arriba a abajo por los movimientos de Five.

—Fi-Five, me, me vengo— vení casi al colapso, mi cuerpo ya no aguantaba. Sacó el consolador, se bajó el calzón y me penetró.

—Te acompañaré—dijo exitado.

Créanme que lo que dicen sobre exitarse al borde del climax al ver a alguien excitado si existe.
Es totalmente real.

Me penetró, si, sin condón, lo habíamos hecho. Por suerte me cuido con píldoras y de en vez en cuando con inyecciones.

—¡Joder, que rico!— exclamó Five.

—¡Te amo!— dije cuando llegué a mi orgasmo, Five siguió oenetrandome en busca de su liberación, cuando lo hizo por fin dijo:

—Quisiera estará contigo toda la vida. Te amo— se tumbó a un lado de mí.

Me quedé muda ante su confesión y tragé.

Lo pensé por micro segundos antes de responder.

—Opino lo mismo, Five calzones de elefantito.

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3:46 AM y yo escribiendo jajaja.

Digamos que cierta personira se quedó viendo “50 sombras liberadas” sus audífonos se descargaron y decidió escribir algo hot como la película que vió jzjzjzjzjz.

No me culpen, me llamaba la atención saber por qué todos decían que los historias parecían 50 sobras de Grey y ahora lo entiendo hahahaha.

Soy una pecadora y ustedes igual.

Hahaha.

¿Cómo están muchachos, muchachas y pendejos?

Yo bien pinche loca, a la vergaaaaa.

Espero les haya gustado el capitulo, lo hice con mucho amor y me desvelé un montón por escribirlo.

LAS AMOOOO.

★15 VOTOS Y 10 COMENTARIOS Y SIGOOO★

(si, la meta subió, quiero ver qué tanto quieren un nuevo capítulo;))

Atte:

—J★