Capitulo 31: Culpa

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Tn.

Al principio estuve desbastada. Lloré por minutos, si, osea tampoco fuí exagerada, por que el que la cagó fue Five, yo ni en cuenta.

La verdad la presencia de Aidan y las chicas fue de gran ayuda en esos momentos, me hicieron sonreír y ver la vida de el color que debe ser, pude estar sin Five, eso me gustó, saber que no lo necesitaba para ser feliz y salir adelante, y miré me ahora, siendo feliz con el chico que desde la infancia fue mi primer amor, un chico agradable para mí salud y felicidad.

El tonto de Five estuvo molestando todos los días con su regalos que mandaba a mi colegio, si, literalmente todos los días me mandaban hablar de la dirección por que tenían un paquete para mí, la directora me miraba con una sonrisa pícara y soltaba su frase que me hartó hasta la médula.

—Ya hágale caso señorita, se esfuerza por mandarle regalos lindos— sonrie.

Metase en sus asuntos, no en los míos, usted no sabe lo que me hizo.

Pensaba cada vez que lo repetía, pero en vez de decirlo a su persona me quedaba callada y salía rápidamente de allí, tirando cada regalo en el bote de la basura, que claro, al día siguiente la señorita del aseo lucía nuevas prendas muy lindas, y pude ver qué eran los regalos que Five mandaba.

Yo le sonreía cada vez que pasaba. Me alegraba que le sirvieran a ella.
Solo eran cosas materiales, solo eso. ¿A caso me llevaré todo eso cuando muera? Es obvio que no, never.

Estaba tan harta que cuando la directora me llamó a la dirección el día de hoy, exactamente un viernes. Decidí ver qué rayos me había dado.

—Buenos Días, directora, ¿Para qué me necesita?— saludé y pregunté, sabía que me había llegado algo, pero ella no me respondió, solo señaló a la persona que no me había percatado que estaba allí, sentado.

Five, me volteó a ver con una mirada llena de vergüenza y tristeza.

—¿Podemos hablar?— preguntó Five. Asentí pensativa, y miré a la directora.

—Tiene permiso de salir de clases, nos vemos el lunes— añadió la directora.

Que ayudas.

La directora prácticamente nos corrió con la mirada.

Vieja grosera.

Salimos ambos de la dirección, y yo me dirigía al patio trasero donde hay un hermosos jardín, esperando a que Five me siguiera.

Llegamos y nos sentamos en una banca. El lugar estaba solitario, todos los alumnos estaban en clases.

—La verdad, no tengo nada de que hablar contigo. Lo nuestro se acabó desde hace tiempo— dije acabando con el silencio incómodo que abundaba en este espacio. Ni siquiera lo miré.

—Lo sé, y venía a pedirte perdón.—murmura tristemente.

—¡Valla, el joven Hargreeves se dió cuenta que él único que tenía la culpa de nuestra ruptura fue él!— exclamé sarcásticamente.

Seguía sin mirarlo.

—Mirame— pidió, negué rotundamente—¡Mírame, tn, estoy destrozado!— rogó, y lo miré, pero fue cínicamente.

—Por TÚ culpa, no mía.

—Yq sé que él que hizo mierda está fuí yo ¡No me lo repitas!— dice exasperada.

— tú me hartas, Five. Enserio, si te sientes así vete con la plástica de Dolores. No tienes que venir a dar lástima a mi instituto.— recriminé  exasperada de la situación—¡Ni tus tontos regalos pueden arreglar esto!, Ahora soy muy feliz, ¡Aléjate de mí!.

 ❝Daddy, Follame❞©-Five Hargreeves (√COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora