Estaba segura de que Robert si había escuchado que era mi cumpleaños, pero por alguna razón no dijo nada. Quizás no escucho bien.
- Chicos debemos irnos- dijo Joselo
- Y Angelo, cómo está?- pregunto Robert
- Ya tiene el alta, sus padres están con el- le respondió
- Y solo se irá?- mi voz se quebró
- Solo se irá, y Edgardo pidió que no se despidan- dijo cabizbajo
- Que?- esta vez me paré de mi asiento- quien le da derecho a él a decidir por mi?
- Lo siento t/n, pero son ordenes de Edgardo- lo mire con frialdad- ahora vamos.Robert me tomó la mano y caminamos hasta la puerta.
La verdad era que no me quería despedir de él, quería que se quedara. Pero si debía irse debía verlo una última vez.
Mis lagrimas recorrían mi rostro, y no estaba segura de lo que haría, pero sabía que tenía que verlo.- Rob, disculpame por lo que voy a hacer.
- De que hablas?
- Ya regreso- dije y salí corriendo
- Vuelve aquí pequeña, o tendrás problemas- gritó Joselo pero nada importaba, solo quería ver a Angelo una vez más.Corrí por todo el hospital hasta llegar a su habitación. Me detuve frente a la puerta, pensando si debía hacerlo o no. Finalmente me tome de valor y entre, pero para mi mal suerte ahí ya no había nadie.
Caí al suelo de rodillas, llorando desconsolada. No podía creer qué había llegado tarde, y Angelo, mi Angelo, él ya no estaba.
De repente vi algo en la mesita de noche. Era un pequeño cuadro, pero aunque era pequeño una foto nuestra cabía perfecta.- Por qué te fuiste Ang?- pregunte en voz alta sin esperar ninguna respuesta
- Quizás no todavía- dijo alguien desde la puerta.
Voltee sin entender lo que pasaba, pero cuando vi hacia el lugar lo vi a él, tan perfecto como cuando lo conocí, solo que ahora teníamos 17 años y Angelo ya media 1,80 dejándome muy abajo.
- Ang- dije en voz baja
- Y qué esperas, ven aquí- contesto y abrio sus brazos.
- Angelo- repetí y esta vez corrí hacia el.
Quizás lo que esperaba era un abrazo, pero no. Estaba decidida a despedirme de la única forma que nos podíamos despedir.Y así corrí hacia él y solo lo besé.
Fue un beso no tan largo, pero sin dudas muy especial. Angelo sonrió y me miro a los ojos
- Quiero darte una cosa
- Que?
- Toma- Angelo saco de su bolso una caja que en la tapa tenía nuestras iniciales y adentro tenía muchas fotos y recortes junto con una cajita más pequeña.
- Que es esto?
- Quizás es tu regalo de cumpleaños- sonrió
- Gracias Ang, pero cuando lo hiciste?
- Hace meses, todas esas son nuestras fotos y algunas revistas.
- Y esto que es?- pregunte señalando la pequeña cajita
- Oh, ese es el regalo, un collar- dijo abriéndola- en realidad son dos, yo tengo la otra parte.
La medallita era en forma de un pequeño corazón, y por detrás tenía nuestras iniciales
- Angelo es hermosa
- Al igual que tú y que está conexión que tenemos.- yo solo lo abracé
- Por favor, nunca dejes de llamar, ni de escribir.
- Jamás lo haré. Ahora, toma ese cuadro y vámonos, te llevaré abajo.
Angelo y yo volvimos a la puerta adonde Robert estaba sosteniéndose la cabeza con su mano.
- adonde te habías metido?- gritó al verme- estaba muy preocupado
- Lo siento Rob, no, no fue mi intención
- Ven aquí- dijo y me abrazo- y tú también Angelo- agregó invitándolo al abrazo.
- niños debemos irnos- Dijo Joselo
- Adiós- tome su rostro y lo besé en la mejilla.
- Prométeme que estarás bien.
- Te lo prometo- susurré llorando
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mamá quiero ser menudo
Science Fictionuna boyband conformada por cinco chicos da un giro inesperado cuando una chica entra al grupo