mamá quiero ser menudo

Olvidame

- Joven- dijo la enfermera- tiene una visita. Pasa.
Entre contando cada paso que daba, no sabía si correr a abrazarlo o moverme lentamente hasta tomar su mano.
Mi elección fue la segunda, me detuve por unos segundos en la puerta casi sin respirar. Estaba paralizada
Cuando llegue hasta la cama, quise tomar su mano, pero no pude, no fui lo suficientemente capaz.
- hola- dije con la voz quebrada- mi nombre es t/n
- Hola - me respondió con una pequeña sonrisa. Me destruía saber que para el todo estaba bien.
- Nos conocemos?- pregunte esperando que me recordara.
- Creí que eso lo debía preguntar yo- me respondio- estás bien?
- No, creo- dije sin pensar
- Necesitas un abrazo?- me dijo y sin pensarlo fui directo a sus brazos. Pero cuando me di cuenta de lo que hacía me aparte.
- Lo siento
- Qué pasa?
- Debo irme Angelo, hablaremos más tarde.- dije y salí corriendo de la habitación
- Angelo.
Encontré a Sergio en la sala de espera sentado y me sente junto a él. Tenía frío, ya que el lugar estaba helado.
Llevaba puesto un swetter y unos jeans.
Así me senté junto a Sergio.
Me quede en silencio con la mirada en el suelo, una lágrima recorrió mi rostro.
- ven aquí- dijo Sergio y me abrazo.
- Sergio así se sentía él cuando me vio ahí- dije llorando
- No, esto es mucho peor. Él tenía la certeza de que volverías, pero tu no sabes cuando va a volver, o si lo hará.
- Todo es mi culpa, nunca debí pelear con el, no debí salir de casa con el auto en la lluvia. No debí llorar mientras conducía. Por eso él está aquí ahora.
- No es tu culpa, nadie sabía que pasaría esto. Tranquila.
- No puedo estar tranquila sabiendo que está en una cama sin recordar toda su vida- dije y me fui al baño.
Me encerré en el primer baño que encontré, solo quería sentarme a llorar en paz. Y eso fue lo que hice hasta que alguien me interrumpió.
- podemos hablar?- me dijo desde afuera
- Qué quieres?
- Sal de ahí vamos
Abrí la puerta y me encontré a Robert, últimamente él había estado muy cerca de mi.
Me tomó la mano ayudándome a ponerme de pie y me abrazo. Ven encontré un lugar en el que podemos hablar.
Había una clase de sala en el hospital en la cual no había nadie. Entramos y Robert cerró la puerta.
- qué pasa?
- No soy capaz
- De que?
- De hablarle, de mirarlo, y menos de verlo sonreír.
- Espera un poco, verás que se recupera.
- Y si no lo hace?
- Lo hará, ten fe.Ahora tenemos que ir a casa pero luego volveremos si?

Estábamos en casa solos, era de noche, Edgardo y joselo arreglaban unas cosas en la clínica, y se suponía que nosotros teníamos que dormir pero yo no lograba conciliar el sueño.
Después de horas intentando dormir me paré de la cama y baje al mini bar de la casa. Edgardo guardaba sus mejores botellas ahí para los invitados.
Abrí una y sin dudarlo tomé de la botella.
- que idiot4, ni siquiera para servir un vaso sirvo.- dije y tomé un vaso y me serví en el.
Miraba el vaso y solo lloraba. Bebía hasta que Sergio me encontró.
- Ahogando las penas en alcohol? Me parece justo pero compárteme.
Sonreí forzadamente mientras lloraba.
- Necesito que estés bien, todos se derrumbaran si tú no estás al 100%
- Cómo quieres que este así si ni siquiera me puedo poner de pie- lo interrumpi.
- Yo te puedo ayudar.
- No, gracias- dije pero cuando quise ponerme de pie me resbalé y caí al suelo.
- Yo te ayudo- dijo Sergio
- Déjame sola.
Volví a mi cuarto como pude y esta vez caí rendida en la cama.

- t/n despierta, vamos
- Qué quieres?
- Te traje el desayuno.
- Hola Ricky- dije cuando lo vi
- Hola
- Gracias pero no tengo hambre
- T/n por favor come.
- Esta bien.
Luego de desayunar en el cuarto fuimos abajo.
Todos estaban en la mesa sentados hablando con joselo.
- chicos, vamos vengan- nos dijo- estamos haciendo algo para Angelo
- Yo no...
- Vamos, la idea es que le escriban en un papel algún recuerdo que tengan con el, esto será de ayuda para que se rescupere pronto.
Joselo nos dio un papel a cada uno.
- Ricky en 15 minutos me los traes y nos vamos, si?
- Claro
Esos 15 minutos fueron eternos, mi papel seguía en blanco, no podia escribir solo un recuerdo.
- t/n me das el tuyo?- dijo Ricky
Levante mi mano con el papel y se lo di
- esta en blanco.
- Lo sé
- Vamos escribe algo rápido.
- No Ricky, no lo entiendes?
- Entender que?
- Que no le voy a escribir nada, que no quiero que él me recuerde.
- De que hablas?- dijo Ricky ahora molesto
- De que Angelo no debe saber que fui importante en su vida. No quiero saber más de él, no quiero que empeore por mi culpa.
- Estas loca?
- No Ricky- sentí una lágrima surgir- es mi elección así que por favor no te metas.
- T/n espera
Me fui de la sala y llegue a el lugar donde todo comenzó.
La habitación de Robby. El momento anterior a conocer a Angelo. Volver ahí era como empezar desde cero, de nuevo sin conocer a Angelo.
- qué haces aquí?
- Robert vete.
- No, ahora quiero saber por qué no quieres que Angelo te recuerde.
- Ricky, ese chico no puede mantener la boca cerrada?
- No, pero ya no importa
- Robert simplemente no quiero
- Se que eso no es verdad
- Yo simplemente quiero borrarlo de mi vida, sé que suena imposible pero lo haré, o por lo menos lo intentaré. No quiero causarle más daño.
- Tú no lo hiciste
- Si, todo fue mi culpa
- Okey, si, todo esto es tu culpa- mire a Robert confundida- ahora cuéntame, qué hiciste?
- Yo no debí haber hablado con Ricky.
- Sobre qué?
- Déjalo así Robert
- No, ahora me dirás, de qué rayos hablaste con Ricky?
- Ricky estaba triste hace días, yo lo había notado, solo que creí que era porque Robby se había ido, nunca imaginé que sería otra la razón.
- Y que?
Ese día Ricky me había pedido que hablemos, yo accedí. Fuimos a su cuarto.
- t/n yo...- se echo a llorar
- Ricky qué pasa?- dije abrazándolo.
- Edgardo, me dijo que solo me quedan unos meses en el grupo.
- Que? Ricky eso no puede ser posible.
- Dijo que ya soy mayor y que al grupo le vendría bien una renovación.
- Ricky tranquilo, no dejaré que nada te pase.
- Lo sé, pero antes de que digas algo más, necesito hacer esto.
Lo siguiente que recuerdo es que Ricky me besó. Fue ahí cuando Angelo entró a la habitación con Sergio. Me separé de Ricky y lo miré negando con la cabeza, luego giré para ver a Angelo y ver su cara realmente me destrozó.
- esa es la historia- le dije a Robert.
- Por eso tu y él pelearon?
- Si
- Entonces fue ahí donde tú saliste y chocaste.
- Si
- Ven.
Robert me tomó la mano y me llevo a la camioneta con los chicos.
- Robert yo no quiero ir.
- Iremos, y le explicarás todo a Angelo.