mamá quiero ser menudo

Regrese pt.1

Volver a un hospital era como volver a mi peor pesadilla, ese accidente que cambio todo para mi. Hasta me daba miedo pensar en que volvería a estar en una camilla, o peor, que Angelo este en ella.

Mi miedo se había hecho realidad y aunque no quería, sabía que tenía que ser valiente y entrar ahí por el.

Edgardo nos había platicado sobre el diagnóstico, apendicitis. Por suerte Angelo había llegado a tiempo y estaba mejor, pero yo seguía culpando a Edgardo de todo lo que pasaba.
- ¿Quieres que te acompañe a verlo?- pregunto Robert tomando mi mano
- No, está bien, iré sola- bese su mejilla

Estaba muy nerviosa, entré a la habitación y por suerte Angelo ya había despertado.
- Angelo- el sonrió
- Sabía que no era solo un dolor de estómago- dijo y en su cara se formó una sonrisa un poco forzada
- Lo siento, a veces solo quiero ver a Edgardo y...
- Yo igual, pero ya no lo podré hacer
- ¿Que?- Angelo no respondió- Angelo de que hablas?
- Parece que no les dijo nada
- Decirnos que?
- Ya no formo parte del grupo.

Me quede en silencio con la mirada fija en el suelo, y mis lagrimas comenzaron a surgir.
- Dime que no es verdad
- T/n yo no
- Angelo dime que no es verdad- grite
- Lo lamento, pero esta no fue mi decisión.
- Cuando aprenderás a decidir por ti mismo?- dije y me fui de la habitación enojada

Caminaba por el pasillo cuando alguien tomó mi brazo. En ese momento pude sentir que algo era diferente.

- Así que tú estás bien, estaba muy preocupado. Pensé que habías tenido un accidente.
Podría reconocer esa voz adonde fuera, y en este momento eso era lo que más necesitaba. Voltee lentamente, porque no creía que fuera real, pero si lo era. Y ahí estaba.

- Que, acaso no me vas a saludar?
- Ricky- corrí a sus brazos

Luego de un momento abrazados nos sentamos en unas sillas del pasillo.

- Como haz estado?- pregunto Ricky
- Como crees que estoy- mis ojos estaban llenos de lagrimas e hinchados de tanto llorar
- Es tan malo?
- Se siente como... no lo sé, cuando te fuiste Ricky, algo en mi también se fue. No estaba lista para dejarte ir así.
- A mi también me dolió mucho dejarte y lo sabes
- Si pero tú al menos saliste de esta pesadilla.
- De que hablas?
- Trabajamos más que nunca, no comemos, no dormimos, no nos hacen ver a un médico, solo trabajo
- No lo sabía.
- Ahora lo sabes, y si me disculpas necesito ver a Robert.