mamá quiero ser menudo

Mi angel

- Más les vale que esto logre solucionarse con maquillaje- dijo Edgardo abriéndonos la puerta.
- Ah y por favor, que esto no se repita.
La opinión de Edgardo estaba clara. Éramos unos niños salvajes, sino como hubiésemos llegado a eso?
Angelo me esperaba afuera de la sala.
- podemos hablar ahora?- me dijo tomándome el brazo.
- Angelo, no estoy de humor, lo siento.- dije- ah y seria mejor si no entras al cuarto, quiero estar sola.
Angelo bajo la mirada herido. Me fue muy difícil decirle eso pero odiaba mentirle y ni siquiera podía hacerlo. Angelo era como una debilidad que tenía, y eso no era algo bueno.
Entre a mi cuarto cansada de todo y me acoste en mi cama. En realidad yo quería que Angelo me siguiera. Al parecer si estábamos conectados porque luego de que me acosté abrió la puerta.
- no puedo dejarte ir así como si nada- me dijo - yo te amo y mucho, pero no sé cómo hacer esto. Jamás tuve una novia o algo parecido.- no le respondí
- Se que estas mal, y si tú estás mal yo lo estoy. Dejamos de ser dos desde que nos conocimos ese día en el avión. T/n no puedes evitar para siempre que tenemos una conexión hermosa-
- Angelo basta.
- No. Esto no puede acabarse, porque sé que tú no quieres que se acabe.
- Y si realmente no sabes lo que quiero?, y si yo en realidad escribí eso pero no es lo que realmente siento? Acaso no puedo pensar y sentir por mi misma?- estaba muy enojada y ni siquiera sabía el por qué. No entendía por qué le estaba gritando a Angelo de esa manera. Solo lo vi alejarse y en cuanto lo hizo cerré mis ojos quedándome dormida.
Sergio me despertó gritando a eso de las 3 de la mañana.
- t/n por favor tienes que ayudarnos- me dijo jalándome el brazo. Me levante de la cama, tome un abrigo y salí con mi pijama.
- Qué pasa?
- Angelo, tienes que verlo.- me dijo - la verdad es que bebimos y creo que por lo mal que estaba tomó de más.
- Que???, desde cuando beben? - pregunte asustada.
- Desde que encontramos las botellas buenas de Edgardo.
- Donde está?
- Ese es el problema, está en la terraza.
Mi corazón se detuvo por un segundo, la mezcla de una persona lastimada, ebria y una terraza no era nada agradable.
Subí lo más rápido que pude y me encontré con una de las peores situaciones de mi vida.
Angelo lloraba con una botella en la mano, mientras gritaba "yo la amo", se encontraba en el borde de la terraza sentado y cuando me vio se paró.
- Angelo por favor baja de ahí- dije sintiendo que el corazón se más salía.
- Yo te amo -me decía borracho- siempre te he amado, pero tu, tu amas a Ricky. Ese idiot4-
- Angelo te lo ruego bájate de ahí - dije cuando las lagrimas comenzaron a caer por mi rostro.
De repente uno de sus pies resbaló y lo hizo perder el equilibrio.
- Angelo - grite y extendí mi mano- por favor, quédate conmigo, yo te amo.- dije y Angelo casi cayendo tomó mi mano y cayó sobre mi.
- Gracias a dios Angelo te prometo que siempre estaré aquí- dije
Lo ayude a bajar y lo lleve a la cama, me acosté a su lado por miedo a que algo le pudiera pasar.
Por la mañana me desperté y él seguía durmiendo, así que decidí bajar a hacerle el desayuno.
Entre a la habitación con una bandeja llena de cosas para ambos y decidí despertarlo.
- Buenos días Ang, despierta dormilón-
- Buenos días. Que fue lo qué pasó?- me pregunto
- Creo que te salve la vida.
- Eres mi ángel lo sabias?- me dijo y lo abracé