Te lo juro

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- corre Ricky, rápido
- Vamos chicos deprisa
- Estará bien?
- No lo sé Angelo pero deja de llorar
Seguía inconsciente, ahora en el hospital, podía percibir algunos sonidos pero no había despertado. En mi cabeza los recuerdos pasaban como si los estuviese viviendo a todos al mismo tiempo.
Edgardo y los chicos fueron lo más rápido que pudieron, estaba en una clínica privada, aunque de mucho no servía porque cuando llegaron había muchísima gente en la puerta.
- Vamos a hacer esto, quédense en la sala de espera, y nosotros con joselo entramos a verla- dijo Edgardo
- No- respondió Ricky- yo también voy a entrar.
- Si él entra yo entro- dijo Angelo
- Que bueno, porque tú no irás entonces tú tampoco- les dijo Edgardo y se fue.
Sergio le palmeó la espalda a Angelo y le dijo que se sentaran. Sus miradas caían sobre Ricky quien lloraba desesperadamente. Ricky sentía el odio de ellos hacia él pero nada importaba más que mi frío cuerpo en esa camilla, y la insertidumbre sobre si iba a despertar o no.
Edgardo encontró al doctor fuera de mi habitación.
- doctor, cómo está?- pregunto
- Esta grave, eso téngalo por seguro. La paciente entró en un coma, tuvo una lesión cerebral traumática por el accidente.
- Que?- dijo Edgardo con la voz quebrada

- Esto de estar aquí esperando no me resulta nada bien-dijo Angelo
- Y qué quieres hacer si Edgardo no nos dejará pasar- le respondió Ricky
- A ti nadie te hablo- dijo Sergio por lo bajo.
- Iré a verla, yo tengo que verla- dijo Angelo parándose de su asiento, se secó las lágrimas como pudo, y camino por el pasillo.
Edgardo no estaba en la habitación para su sorpresa. Entró corriendo y fue hacia mi. Lo escuchaba llorar, pero no podía despertar. No entendía lo que decía pero sabía que era el.
- por favor t/n vuelve- Angelo lloraba- te prometo que volveremos a estar juntos, ya nada me detiene, te necesito, siempre te voy a necesitar.
Una de sus lagrimas cayó en mi mano y de repente se movió.
- eso es, hazlo, despierta. Por lo mucho que te amo hazlo.
Fue ahí cuando pasó todo, Edgardo y el doctor se acercaban a la puerta de mi habitación por lo que Angelo comenzó a dirigirse a la puerta.
- me tengo que ir pero voy a volver, lo juro.
Estaba ya muy cerca de la puerta cuando escucho lo que detonó todo.
- señor Diaz, tengo que ser franco, la paciente tiene pocas posibilidades de sobrevivir y más chances de no despertar jamás.
Angelo perdió la conciencia y cayó en el suelo, para su mala suerte había un pequeño escalón con el cual chocó su cabeza dejándolo aún más inconsciente.

mamá quiero ser menudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora