13. Imprudencia

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Narra Neji

Ingresé al interior de la mansión, buscándola, encontrándome a una mujer del servicio, muy nerviosa, en la puerta de una habitación. Me acerqué con cautela y esperé a que se percatara de mi presencia.

–Oh, usted es amigo de los novios, ¿verdad? - preguntó la mujer al verme. Yo me limité a asentir. –¿Es amigo de Tenten-san? - volví a asentir, comprobando que Tenten no se encontraba bien por la expresión de la mujer frente a mi. –Ella está adentro, pero... me temo que... está completamente ebria, tal vez... ¿podrá llamar a Lee-san?

–Yo me encargaré. - con mi mirada traté de darle confianza, lo que pareció funcionar y, finalmente, aceptó mi ayuda, retirándose del lugar para evitar que alguien se diera cuenta de la condición de Tenten.

La ví marcharse y luego bajé la mirada, soltando un suspiro. Acto seguido, abrí la puerta, encontrándomela sentada en el suelo, en una esquina, aún tomando directamente de la botella, mas su mirada se encontraba perdida. Me acerqué a ella manteniendo la distancia para no asustarla.

–Tenten. - ella bajó la mirada y su semblante se tornó completamente depresivo.

–Hace mucho que... él ni siquiera me llama por mi nombre, parece como si se le olvidara... - dijo dibujando una sonrisa burlesca hacia sí misma, para luego levantar su mirada hacia mi. –Sakura parece haberte olvidado, lo cual me alegra muuucho. - siguió arrastrando las palabras. –Aunque... tampoco estoy del todo segura... - susurró en voz baja, pero aún así la escuché. –¿Por qué no... por qué no podemos olvidarlos completamente? Siento que... nunca olvidaré a Neji... - soltó un sollozo que no pude pasar desapercibido, me estaba rompiendo el corazón verla en ese estado, y más porque... era mi culpa. –No tiene sentido intentarlo, ya fracasé y, aunque toda mi vida he estado intentando e intentando hasta lograr mis metas, no creo que... un amor así no... no creo volver a sentir, no por alguien que no sea él, maldita sea. - volvió a tomar de la botella y yo traté de acercarme para quitársela, cosa que ella no tomó de buena manera, dirigiéndome una mirada molesta. –Es un idiota, ¿sabes? Es un completo idiota, si tan siquiera estuviera con la chica que quiere... pero no... no, claro que no porque él es tan... tan serio, tan estricto... aghhhh... -

–¿De qué estás hablando? - fruncí el ceño y me agaché para escucharla mejor.

–Pero la culpa es mía... aquí la única culpable de mi sufrimiento soy yo, yo sabía muy bien, maldita sea, yo lo sabía, yo sabía que era imposible que Neji se enamorara de mi y fui y me enamoré más y más de él, y todo ¿por qué? Porque soy una tonta, porque vi cosas que... por más que me convencí que estaban ahí... resulta que no, que todo estaba en mi mente, que esa mirada... - Tenten dirigió su mirada cristalizada hacia mí, quedándoseme viendo por unos segundos, hasta que asintió lentamente, varias veces. –Sí, esa misma pero en malva, en un hermoso color malva... - dejé de verla al sentirme descubierto, mas para ella, supongo, por las grandes cantidades de alcohol que estaban en su sistema, pasó desapercibido y le fue fácil ignorarlo. –Digo, si tú puedes verme con esos ojos... significa que no era... amor. - volví mi mirar hacia Tenten, mientras ella suspiraba. –Que patética, es la boda de una de mis mejores amigas y aquí estoy... ahogando mis penas en alcohol y... desahogándome contigo... ¡Kami, ¿que más quieres de mi?! - dijo dirigiendo su mirada hacia arriba.

–Tenten, ya es suficiente, dame la botella, estás ebria. - la vi rodando sus ojos y, después de varios segundos, accedió. –Te llevaré a tu apartamento, no estás en condiciones para seguir en la fiesta.

ByaringanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora