Héroe DxD: Santo de Santos (Lector x DxD)

19.- Recuerda el momento (1)

(Nothin' but a good time-Poison)

El ruido de la alarma logró despertar a (T/N), que a pesar de estar despierto, mantenía sus ojos cerrados.

Suspiró con fuerzas para reunir la voluntad suficiente para levantar su brazo de la cama hacia la alarma y apagarla, mientras que se levantaba de la cama sin ganas de enfrentar el día.

O eso creía.

Se sobresaltó al instante y miró la alarma en la cómoda que estaba a un lado de su cama.

10:23

(T/N) se sobresaltó al ver la hora.

-¡Voy tarde!.-

Se levantó de un brinco de la cama y corrió hacia el baño.

Su viejo baño.

Se miró el rostro al espejo después de bañarse a velocidad relámpago.

Estaba a sólo dos meses de cumplir quince años, sin embargo, tenía una apariencia mucho mayor.

Tomó un poco de agua sobre sus manos, y las llevó a su cabello, alborotandolo un poco, antes de cambiarse de ropa, a la que comunmente usaba, y luego bajó a la sala de su casa.

-¡Tía Darfur, voy tarde, ya me voy!.- (T/N) se encontraba en el pasillo principal de su casa, antes de llegar a la puerta, cuando un pellizco en la mejilla lo detuvo.

-Au, Au, Au...- repitió múltiples veces ante el dolor.

Cuando se volvió hacia la persona quién lo estaba sosteniendo, se encontró a su tía, quién parecía muy molesta al verlo.

-¿Piensas ir a algún lado sin desayunar jovencito?.-

- ¡Tía!.- el chico arrastró la última "a" de la palabra, mientras que su tía le arrastraba a la cocina.

-¡Voy tarde, debo irme!.- la impaciencia de el chico era demasiado notoria, pero a su tía parecía importarle poco.

-Al menos come algo.- sugirió su tía.

-Voy tarde.- replicó nuevamente.

Después de seguir discutiendo, y un plato de cereal, (T/N) logró salir de su hogar.

Se subió a su bicicleta, la cual estaba en el patio delantero de su rostro, y pedaleó a toda velocidad.

-¡Voy tarde, voy tarde, voy tarde!.- repetía una y otra vez mientras pedaleaba a toda velocidad a través de las calles de Kuou.

Era innegable que la ciudad era hermosa, sus paisajes verdes, sus edificios bien construidos y la amable gente que recorría sus calles bien pavimentadas.

Ya habían pasado diez meses desde su llegada a Kuou, pero cada vez que salía, era como si (T/N) la apreciara por primera vez.

En contra de toda su habilidad, había llegado al parque de Kuou, y con un movimiento arriesgado, brincó un arbusto con su bicicleta, y siguió su camino por dentro de ese parque.

-¡Pasando, pasando!.- las personas que caminaban en el parque se movían rápidamente al ver al chico que estaba lo suficientemente loco para pedalear a toda velocidad estando rodeado de gente, pero a (T/N) poco le importó.

Al llegar a una curva cerrada, (T/N) intentó tomarla sin bajar la velocidad, pero sólo hizo que la bicicleta se cayera de lado, y el chico con ella.

-Llegas tarde.- una voz femenina muy familiar le recriminó su tardanza, aunque sólo fueran cinco minutos.

(T/N) aún adolorido por la caída, recostó su cabeza en el suelo, mientras suspiraba suspira el dolor de su cuerpo disminuía.

Cuando abrió los ojos, lo primero que vió fue ropa interior.