(T/N) miraba aturdido la habitación de Rias.
Estaba sorprendentemente elegante, paredes blancas, ventanas con marcos de color negro, las cuales dejaban entrar la luz de la luna llena, la cuál formaba un charco de luz blanca en toda la habitación, todo estaba perfectamente acomodado, la cama de Rias estaba en el fondo central de la habitación, dónde ella se había sentado, y miraba hacia el suelo con nerviosismo.
(T/N) había recibido un cambio de ropas gracias a Grayfia, era ropa casual, y ésta vez, una camiseta lo suficientemente grande.
(T/N) caminaba lentamente por toda la habitación, mirando todo lo que había, intentando enterrar la tensión e incomodidad que había con Rias en esos precisos momentos.
Al final, el chico se quedó recargado en el tocador el cuál estaba en frente de la cama de Rias, en una de las esquinas de la habitación.
Tocando sus dedos en el tocador de madera, (T/N) se preguntaba si Rias comenzaría la conversación, o tendría que hacerlo el mismo, y al pasar de los segundos, cayó en cuenta de que el tendría que comenzar la conversación.
–Rias...–
–Yo...–
Ambos hablaron al mismo tiempo, y se callaron al mismo tiempo, estando completamente nerviosos.
"Te amo, lamento haberme ido"
Eso era lo que (T/N) quería decir, pero no había caído en cuenta de lo terrorífico que era expresar abiertamente sus sentimientos, especialmente cuando no había ninguna amenaza aparente la cuál lo alejara de ella, y no tuviera que escuchar su reacción, o hubiese alguien para que los interrumpiera en ese momento.
Realmente quería actuar, o decir algo, pero su cuerpo no le respondía a la hora de actuar, acercarse o decir algo, no sabía que era lo que lo limitaba, si hace algunas horas Rias estaba sobre él, y ninguno de los dos mostraba señales de detenerse, pero ahora, sus problemas eran para acercarse.
(T/N) bajó la vista, mientras que apretaba el tocador con sus puños, frustrado.
–¿Que sucedió?.– preguntó Rias de la nada, cosa que llamó la atención de (T/N), y el encontró su mirada, y poco a poco, sus nervios desaparecían.–Cuando te fuiste.– aclaró Rias.–¿Que sucedió?.–
Antes de que (T/N) lo supiera, sus mejillas estaban humedecidas, debido a las lágrimas que caían sobre éstas.
–Perdí.– respondió el, mientras que un nudo se ataba en su garganta.–Lo perdí todo.– se limitó a responder él.– Incluso a ti.–
Rias estaba boquiabierta, mientras que (T/N) recordaba a los Dioses que el mismo había asesinado, no eran malvados, solamente estaban malditos, y ahora sus manos estaban llenas de sangre inocente, el sería el nuevo Dios, ¿Cómo podría ser digno de ser un Dios habiendo asesinado a tantos? ¿Cómo podría ser digno de Rias a sabiendas de lo que hizo?
Sin embargo, Rias se levantó de la cama, y lo sostuvo de el rostro, mientras juntaba sus labios en un beso, uno que claramente tomó a (T/N) desprevenido.
Cuándo se separaron, (T/N) estaba sorprendido, y todavía se negaba a mirar a Rias, aunque había perdido voluntad para hacerlo.
Rias lo levantó de la quijada.
–No me perdiste, nunca lo harás.– Rias sonreía con las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.– Siempre estaré a tu lado, porque te amo.–
(T/N) abrió su boca de la sorpresa y luego sonrió alegremente, y por fin, después de un año, volvió a sentirlo, volvió a sentirse como un chico normal.
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Héroe DxD: Santo de Santos (Lector x DxD)
Viễn tưởng¿Escuela? Fácil ¿Novias? Nada para preocuparse ¿Salvar todos los mundos? Eso puede ser un problema (Tú en DxD) El protagonista se volverá más poderoso con el paso de las temporadas (OP)