4.- Rey dragón: Tannin

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Estar en un tren volador que bajaba desde el plano terrenal hacia el infierno que no conocía más que sus nombres, era lo último que (T/N) esperaba estar haciendo un miércoles al amanecer.

Cualquiera diría que está loco, pero a sus ojos, era aún más loco cuando un Dios aparece de la nada en un callejón y intenta matarte a golpes.

(T/N) se encontraba sentado en un asiento de piel color beige mientras que tenía una pierna arriba de el asiento y con un brazo la estaba abrazando, y con el otro, sostenía la placa de su armadura en su mano.

Flashback

Al escuchar las palabras de la boca de (T/N) Sirzechs comenzó a pensar.

Ares.

Claro que sabía quién era.

El Dios antiguo de la guerra.

Uno de los 10 Dioses que estuvieron de acuerdo con el ragnarok, la destrucción de todos los mundos hace más de cien mil años.

Este conocimiento este conocimiento estaba prohibido incluso para demonios de alto rango, tanto así, que ni sus padres, miembros de los setenta y dos pilares, no poseían estos conocimientos, e incluso para el, mucho era aún desconocido, pues fueron los demonios en un acuerdo con las demás razas hace cinco mil años, dar por iniciado el ritual conocido como Damnatio Memoriae, el cual consistía en eliminar el registro de un evento o ser de cualquier lugar de el mundo.

Eliminandolo de la existencia.

Y eso había ocurrido hace milenios antes de que Sirzechs hubiese sido concebido.

No tenía ni idea por donde comenzar, es decir, era obvio que si los Dioses regresaban, el plan de ejecutar el ragnarok volvería a estar en moción, sin embargo, no sabía en donde podían aparecer, o como, incluso, dudaba si todas las tazas unidas podrían hacerle frente a unos oponentes tan monstruosos.

Hasta que tuvo una idea.

Aunque no hubiera registro de lo sucedido hace cien mil años, y aunque no hubiera ningún ancestro suyo que lo recordaba, si existía un demonio con esa edad, o más específicamente, con la edad necesaria para que ellos lograran comprender las dimensiones de lo que se estaban enfrentando.

Y el mismo Sirzechs le preguntó al humano.

"(T/N)-kun, necesitamos de tu presencia en el inframundo, ¿Nos acompañarías?."

Tomó algo de tiempo y persuasión, pero el joven (T/N) aceptó acompañarlos al inframundo, ahora sólo necesitaba la ayuda de alguien, o más bien.

Algo.

Fin del flashback

(T/N) miraba por la ventana de el tren, con la expresión de su rostro dividida entre emoción, y melancolía.

Podía ver el infierno, y a decir verdad, era más bonito de lo que esperaba, bosques, jardines, terrenos enormes.

Parecía más una utopía que la cámara de tortura que le vendían en sus clases de religión.

Héroe DxD: Santo de Santos         (Lector x DxD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora