Amortentia ────── One Shots

𝐕𝐈𝐈𝐈

❝𝙰 𝚜𝚘𝚞𝚕𝚖𝚊𝚝𝚎 𝚠𝚑𝚘 𝚠𝚊𝚜𝚗'𝚝 𝚖𝚎𝚊𝚗𝚝 𝚝𝚘 𝚋𝚎❞

𝐇𝐚𝐩𝐩𝐢𝐞𝐫 - 𝐄𝐝 𝐒𝐡𝐞𝐞𝐫𝐚𝐧

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𝐑 𝐞 𝐦 𝐮 𝐬      .҉     𝐋 𝐮 𝐩 𝐢 𝐧
𝐕𝐒
𝐒 𝐢 𝐫 𝐢 𝐮 𝐬     .҉.   𝐁 𝐥 𝐚 𝐜 𝐤



El joven Lupin jamás había estado seguro en ningún lugar o circunstancia. Desconfiaba mucho en cualquiera que estuviera más allá de su grupo de amigos, que consistía en los merodeadores junto a Lily, Dorcas, Alice, Frank, Marlene, entre otros pocos compañeros no más allá
de Gryffindor.
El caer en los brazos del amor nunca había rodado por su cabeza, ni en las situaciones más descabelladas, creía que condenaría a las personas con su condición, no se perdonaría si tenía que darle a alguien una carga tan grande como enamorarse de un hombre lobo. Aún con toda la soledad que su corazón gritaba para ser borrada de su ser, el se negaba a ver a otro ser humano con otros ojos que amabilidad y amistad.

Eso y poco más era lo que Megan había notado en el gryffindor de ojos dulces, como tantas veces lo había descrito a sus amigas. Su mayor anhelo era acercarse al apuesto joven, pero sabía como este solo se relacionaba con personas de su casa, y al ser una Ravenclaw, la idea de familiarizarse con la presencia y amistad del chico era simplemente imposible; varias chicas se acercaban a el y este, con amabilidad y dulces palabras, les informaba que no estaba interesado. Algunas por despecho hacían falsas calumnias sobre el castaño, como su falta de educación , que tenía un amor secreto, su gusto por el mismo género y hasta desprecio por el género femenino. Pero esto no era impedimento para Megan, que aún con esos rumores circulando, no lo podía evitar... Era el chico con el que siempre había soñado estar, culto, educado, amable, humilde, amigable y en su cabeza no dejaba de pasar la idea de que la forma de amor que este daría algún día, a alguna persona, seria la más sincera y dulce, por que así era él.

—Por favor, deja de observar al joven Lupin con ojos de amor y concéntrate en lo importante, las mujeres del colegio comienzan a buscar pareja para el matrimonio, debes buscar a una persona, Megan.

—No quiero casarme aún—Responde ganando una mirada de sorpresa por parte de la castaña frente a ella.

«Quiero ir a la escuela de medimagia, terminar mis estudios, trabajar un tiempo y si el amor se presenta, entonces créeme que en su momento serás la primera invitada y dama de honor».

—Pero querida, hay hombres estupendos aquí, mamá dice que debes asegurar tu futuro o este se estrellara en tus narices.

—Y es muy sabia, pero me gustaría asegurar mi futuro por mi cuenta.

—Como prefieras, si cambias de opinión, creo que Cornelious Condencee esta interesado en ti.

—No podría salir con alguien de nombre Cornelious, además de reír toda mi vida, condenaría a mis hijos a llamar así a algún descendiente, o peor aun, alguno de ellos se llamaría así.

La chica soltó un comentario "indecente" a los ojos de la elegante chica frente a ella pero a sus espaldas rieron, causando los nervios de Megan.

— La dulce Megan, no es tan dulce como luce —Reconoce la voz del primogénito de la familia Black.

—No se suponía que escucharas eso, era una conversación privada— Se defiende Megan.

—Pues entonces hablas muy fuerte, señorita.

—Oh usted cuenta con un oído de alcances sobrenaturales, caballero—Respondió con el mismo tono burlesco y a su lado, el chico sumergido en su libro río por la ironía de su respuesta aunque ella no lo notara.

—Se dice que tengo un oído canino.

—¿Se lo dijeron como un insulto o halago?—Remus subió el tono de las carcajadas, haciendo sonreír un poco a Megan.

—Aún no lo descubro.

—Ya deja a Megan en paz, Sirius, debe tener cosas más importantes que hacer, que hablar de tu super oído —Dice James

—Hola James—Saludo, con una respuesta igual del miope.

Sus ojos y los de Remus se conectaron, hubo una chispa, el cautivador verde olivo de los ojos de la chica cautivo al merodeador inmediatamente, después quiso memorizar sus razgos, una nariz delgada y recta, labios finos y carmesí, mejillas rosadas, rostro redondo y femenina... Hermosa.



Las semanas pasaron y conversaciones habían sido compartidas entre cierta Ravenclaw y el tan conocido grupo bromista. Todos siempre creyeron que Remus y Megan eran hechos el uno para el otro, pero aún con los intentos de la joven para poder hablar con él, no había ocasión en la que no se retirara o alguien llegara; Por lo que, el que Sirius tomara ventaja de la indiferencia de su amigo, no fue una sorpresa. Él y Meg, como la llamaba, tenían una conexión inigualable, se entendían perfectamente, tenían un sentido del humor irónico y sarcástico , tan especial que no pudo evitar cautivarse con la segundogénita de los March.

Algunos creen que el destino es el que decide quien es tu alma gemela, puede que sea cierto, pero son las decisiones de uno las que impondrán si te quedarás con ella o se te asignará otra.

El destino , había hecho almas gemelas de Remus y Megan, pero el poco estima que Lupin se tenía, no lo dejaron pensar que podía ser amado por otro ser, se veía a si mismo como una carga de los hombros de quien lo amara, así que decidió mejor observar, como los ojos de la chica que le llamo la atención e hizo que su corazón se acelerará y su estomago tuviera mariposas, cambiaba el destino de su mirada, su corazón dejo de ver al oji-miel como el hombre perfecto para ella, su piel dejo de erizarse ante su mirada, sus mejillas no se sonrojaban por sus risas y las mariposas habían cambiado de creador. Observó como el amor entre un pelinegro y una castaña comenzaba a construir cimientos y como lo que la mujer había dicho de no formar una familia hasta ser exitosa por su cuenta; había sido mentira, pues años después, ella y su pareja, Sirius Black, comenzaron su vida personal y profesional juntos.