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𝐉 𝐚 𝐦 𝐞 𝐬 .҉ 𝐏 𝐨 𝐭 𝐭 𝐞 𝐫
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"Nuevos atentados en viviendas muggles..." las primeras planas del profesta se volvían cada vez más oscuras, hasta el punto en que era deprimente.
-Emily, hay dos nuevos pacientes, ¿puedes encargarte? -Le pide su cansado jefe. Todos los doctores se encontraban trabajando, un atentado en una plaza pública había herido a cientos, niños, ancianos, adolescentes y adultos. Llevando a los medimagos a velar por su vida por 48 horas continuas. Las enfermeras se dormían en cada esquina, los visitantes dormían en las sillas de espera y los doctores en donde encontrarán espacio.
Era un caos. Emily corrió a la sala de espera, donde una madre herida, gritaba desesperada para que se atendiera a su bebé.
-Necesito que se tranquilice. Yo soy Emily Alcott, seré su doctora el día de hoy. -Se presentó, intentando tomar al pequeño de los brazos de su madre, quien la apartó rápidamente. -Está bien, su hijo esta en excelentes manos. -Le aseguro, dándole confianza a la madre, quien le tendió a su bebé.
-Estábamos en el jardín, un hombre se acerco. No sabía quien era pero atacó antes de que pudiera ponerme de pie.-Comenzó a relatar la madre, aún en shock.
-Lo sé, los tiempos son difíciles, pero tiempos mejores vendrán. Ya lo verá. -Dijo Emily, intentando que la madre no viera su nerviosismo.-Su hijo... Necesita ser atendido con urgencia. Necesito que firme una forma en la que nos permita atenderlo sin inconvenientes.
