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𝐒𝐢𝐫𝐢𝐮𝐬 .҉. 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤
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—Cariño, ¿A que hora llegaeste muchachito tuyo? —Pregunta la señora Méndez, acomodando las flores en la mesa.
—Llega a las seis mamá, justo como me dijiste—Responde Dalia, ayudando a acomodar los cubiertos y los platos en la mesa.
—Tus abuelos llegarán en unos minutos. Todos tus tíos en menos de una hora. Más vale que ese muchacho llegue aquí antes que todos si no quieres pasar por el bombardeo de preguntas juntas.
—Lo sé. Le pedí que fuera puntual.
Potter Manor
—¡Sirius te dijeron a las seis! ¡Debes comenzar a alistarte desde las cinco si quieres ser puntual! —Le grita Euphemia, regañandolo por no estar listo ya.
—¡Lo sé! Me quedé dormido. Pero estaré listo en unos minutos no te preocupes.
Claro que debía preocuparse. Eran las cinco cuarenta y ocho. ¿Cómo le explicaría a su novia el porqué llegaba a las seis cuando lo cito a las cinco cincuenta máximo?
—Carajo. Carajo. Carajo. —Repetía continuamente cepillando su cabello, con su ropa aún colgada en el armario.
—Más vale que bajes en cinco si no quieres que mamá te mate.—James se asomo por la puerta.
—Merlín. Godric. Salazar. Rowina. Helga. — Le rogó a cada mago que conocía mientras se ponía el calcetín y el pantalón, de alguna forma, a la vez.
Bajo as escaleras con el zapato a medio poner. Euphemia jalo su oreja y lo llevó a rastras hasta la chimenea.
—Y más vale que pidas una disculpa. —Le dijo enojada Euphemia a su hijo. —Es una reunión familiar, prepárate. Habrá preguntas, se un caballero, muestra lo que te enseñe. Bo crié a un maleducado. Y no olvides, es una festividad en su país, interesante por ella. Enorgulleceme, Sirius.—Le tendió un puño de polvos flu.
