Un siglo sin tí

Capitulo 3: Realmente me gusta sufrir

OTA: CUANDO APARESCA * ES UN PENSAMIENTO.

Realmente debo de estar volviéndome loca, Rosalie estaba con el enorme vampiro llamado Emmett, jugando, ¡demonios!, realmente estaba loca. Rose no puede hacerme esto.

Bella; Rosalie Hale, ¿Qué sucede aquí?

En cuanto escucho mi voz el grandote la soltó, Rose tenía una cara de espanto, realmente le iría mal cuando regresáramos a Francia, en ese instante se apareció toda la familia.

Rose: puedo explicarte hermanita, no es lo que parece.

Bella: si claro, ahora vámonos tenemos maletas que empacar.

Emmett: no! ¿A donde van?, no puedes dejarme sin mi bebita.

Bella: que estupidez. Tu bebita, es mi hermana y punto. Nos iremos porque lo digo yo. ¿Alguna otra pregunta?

Esto era realmente estresante, solo podía controlarme por educación, porque si así un escándalo Rose me mataría. Pero esto debía acabarse en este preciso momento.

Rose: Bella, hermanita, yo no me quiero ir.

Bella: ¿que rayos dices?, ¿escuche bien? Prefieres quedarte con ellos, a estas personas que conoces desde hace unas cuantas horas, que irte con tu hermana. Esto es genial, mi propia hermana me traiciona.

No lo podía creer, se supone que los vampiros no sienten dolor, pero eso era realmente una mentira, pues estaba sufriendo el dolor más grande del mundo, mi propia hermana me dejaba por unos perfectos desconocidos, realmente esto era una broma bastante mala.

Rose: no! No digas eso hermanita, yo te amo y nunca te cambiaria, y si irnos te hace feliz nos iremos esta misma noche.

Bella: eso es genial. Bueno pues es hora de irnos, te daré tiempo para que te despidas, te esperare en el auto.

Rose: ok.

Subí a mi auto, gracias a Dios Rose lo trajo con ella, ahora tendría que resolver lo de ir a donde vivir, tendría que preguntarle a mi hermanita, por cierto porque se tardara tanto, al girar y verla, me sentí tan mal, en su rostro había tanto dolor por estarse despidiendo de esa familia, y al despedirse del tal Emmett empezó a sollozar, realmente era miserable hacer sufrir a mi hermana por una estupidez mía del pasado. Pero era tan tonta que no daría mi brazo a torcer.

Bella: Rose, es hora.

Rose: es bien -sollozo- vámonos.

Subió al auto como se lo pedí, lo encendí en seco y arranque decidida a dejar todo esto atrás. Era realmente raro Rose era tan parlanchina pero estaba vez iba cabizbaja y triste. Al llegar a casa se dirigió a su cuarto a recoger sus cosas, yo solo me dirigí a mi despacho tenia tantas cosas que pensar, después de unas cuantas horas Rose bajo lista para irnos.

Rose: Bella, ya estoy lista. ¿A qué hora sale nuestro vuelo?

Bella: espera Rose, siéntate tenemos cosas de que hablar, he tomado una decisión.

Rose: si bella, ¿qué decidiste?