Un siglo sin tí

Capítulo 29 Normalidad

Capítulo 29

Normalidad

NOTA: CUANDO APARESCA * ES UN PENSAMIENTO

Alec se levantó y comenzó a vestirse, sollozos secos provenían de María mientras que seguía con la mirada a quien hace unos segundos era su pareja.

- Lo lamento, no quería que pasara esto.

Y era totalmente sincero lo sentía.

- No puedo quedarme aquí Alec, no puedo ver como destrozas tu vida por alguien que ya no va hacerte feliz nunca más, está muerta y yo no, pero quieres vivir infeliz, y yo no puedo verte hacerte pedazos.

Alec no la volteo a verla simplemente se dirigió a la puerta y antes de salir se güiro levemente hacia ella, la esperanza afloro en María.

- Hablare con Aro para que te deje ir con vida, gracias por todo María. Lo siento.

Cerro la puerta detrás de él mientras que los sollozos de María hacían eco tras de él.

La presión de mi cuerpo se fue, abrí los ojos y estaba en frente de Alec, me libero del beso y recargo su frente en la mía.

- Te amo Bella.

Y caí en un abismo.

El impacto de sus palabras paralisaron mi cuerpo, las emociones que emanaban de él eran crudas y voraces, era amor de verdad y me partía el corazón no poder corresponderle. Sus gentiles dedos recorrían toda mi cara, una sensación de calidez me recorrió. Los recuerdos comenzaron atravesar la bruma de mi mente una y otra vez, una calidez conocida se instaló en mi pecho.

- Alec yo tengo que decirte algo.

- Dime il mio fiore (mi flor).

- Yo... no...

No sabía la forma correcta de decirle que no podía corresponder sus sentimientos y no romper nuestra relación, lo ama, no como él quería pero para mí era alguien necesario para seguir viviendo, y por ello tenía que ser sincera con él.

- Conocí a alguien más, y yo lo amo.

Un dolor agudo se reflejó en los ojos color escarlata de Alec, se quedó mirándome fijamente por lo que pareció una eternidad hasta que dejo salir un leve gruñido de su pecho.

- ¿Lo encontraste? ¿Lo viste?

- Alec yo...

- ¿Viste a Edward verdad? Sabía que iba a llegar este momento, después de todo es un mundo pequeño para alguien que tiene la eternidad para siempre.

Estaba inmóvil e incluso se podría decir en shock algo que era improbable para un vampiro, pero mi cerebro asimilo la información en un segundo.

- ¿De qué hablas Alec? ¿Qué tiene que ver Edward en esto?

Alec me miro confundido y un montón de recuerdos pasaron por su mente en un segundo, decidí no mirarlos porque quería que el fuera honesto conmigo.

- Dímelo Alec, por favor.

- Conocí a Edward un par de décadas después de que te unieras a la guardia.

- ¿Qué estás diciendo?

En un rápido movimiento comenzó a jalarse el pelo como lo hacía usualmente cuando estaba estresado o preocupado, sus hombros se encorvaron, lo que era una clara señal de que se estaba debatiendo por algo.