Capítulo 11 Stefano

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NOTA: CUANDO APAREZCA * ES UN PENSAMIENTO

Edward: ¿Y tus eres?

Chico: Mi nombre es Stefano, y soy novio de Bella.

Edward: ¿Que tú eres qué?

Stefano: Como escuchaste, soy su NOVIO.

Edward: Eso es imposible, ella es mi prometida.

Stefano: Eso no es verdad ella no puede ser, ella es mi novia, Bella, ¿es eso verdad?

Bella: Tenemos que hablar Stefano, hay cosas que han sucedido.

Stefano: ¿Es entonces verdad?

Bella: No, tú ya lo sabes, de cierta forma. Es algo difícil de explicar.

Stefano: Entonces muéstramelo corazón.

Stefano me ofreció su mano, él quería que usara mi don en él, el adoraba que usara el don de poder mostrarle mis pensamientos tocándolo, decía que era agradable, a pesar de que lo puedo hacer mentalmente, el adoraba que lo tocara. Le di mi mano y le mostré todo lo sucedido.

Bella: Eres tan predecible.

Stefano: Lo soy y lo sabes, me encanta cuando nuestros cuerpos se rozan, y ha pasado tiempo desde la última vez.

Bella: Cierto. Han sido casi dos años, nunca debiste haberte ido.

Stefano: Lo sé, pero era por el bien de las dos.

Rose: Lo sabemos Stefano, y déjame agradecerte, me salvaste.

Emmett: ¿Por qué lo dices Rose?

**Flash Back Rose**

Era un día muy bonito en Escocia, era un día normal, mi hermana y yo queríamos salir a cazar y su novio Stefano nos acompañaría, él había estado desde hace casi una década con nosotras, era agradable y muy guapo, era alto como de 1.85, su cabello negro como la noches de luna llena, sedoso y un poco largo siempre lo traía despeinado, se miraba muy bien, su piel como el de la mayoría de vampiros era blanca como la nieve y tersa como la seda, él era muy amable conmigo y un buen acompañante, la historia de cómo se conocieron mi hermana y el me parecía de lo más romántica, después de dejar a su familia los Vultoris y antes de encontrarme, viajo a Versalles y se quedó unos días, una tarde nublada decidió ir a caminar por las tranquilas calles de la ciudad, estaba parada observando una tienda cuando de pronto alguien choco contra ella, ella cayó al piso y miro el chico que estaba sobre ella, le sorprendió y él se levantó lo antes posible.

Stefano: Disculpe señorita, no fue mi intención, déjeme ayudarla a levantarse.

Bella: No se preocupe joven, he sido una descuidada por quedarme parada en medio de la calle, ha sido culpa mía.

Stefano: No se preocupe, déjeme presentarme soy Stefano Fanelli, es un gusto hermosa dama.

Bella: El gusto es mío joven, soy Isabella Swan, pero dime Bella.

Stefano: Es un hermoso nombre como usted, si me deja decírselo.

Bella: Gracias.

Stefano: Si me lo permite, ¿me dejaría acompañarla a su destino?

Bella: No quisiera importunarlo.

Stefano: No es ninguna molestia al contrario sería todo un gusto para mí.

Caminaron por toda la plaza principal hasta una casa que mi hermana había comprado para no levantar sospechas.

Bella: Ha sido un placer tener este paseo con usted.

Stefano: El placer ha sido todo mío.

Stefano tomo la mano de mi hermana y la beso en forma de despedida.

Stefano: Creo que debería entrar está muy fría.

Bella: ohhh, así es mi temperatura corporal, es muy normal en mí, pero sí creo que debería entrar, descanse Stefano.

Stefano: Buenas noches Bella.

Mi hermana cerro su puerta tras de ella, iba ir a cambiarse su ropa para ir a cazar, cuando volvieron a tocar la puerta, fue abrirla y se encontró con que Stefano estaba en el umbral.

Stefano: Disculpa por molestarte Bella, pero quisiera preguntarte algo.

Bella.- Si dime.

Stefano: Sé que es apresurado, pero ¿Me permitirías venir a visitarte?, claro con tus chaperonas.

Bella: Después de pensarlo y tomar en cuenta todas las posibilidades mi hermana le respondió- Está bien Stefano, sería un placer.

Y así paso el tiempo hasta que un vampiro arribo a la ciudad, y Bella se vio implicada y tenía que irse y tuvo que decirle la verdad a Stefano.

Stefano: Entiendo tu naturaleza, y no la juzgo, pero quisiera que me concedieras algo antes de irte.

Bella: Dime, Stefano.

Stefano: Conviérteme en uno de los tuyos.

Bella: Para nada Stefano, no podría condenarte te quiero mucho para arruinar tu vida.

Stefano: Y yo te amo demasiado para dejarte ir.

Bella: Pero eso no es suficiente Stefano, no condenare tu alma, lo siento. Adiós, no olvides que te quiero.

Y sin más mi hermana se alejó de él y se marchó de la ciudad, nunca regreso, el tiempo paso, mi hermana me encontró y un día en Escocia, apareció Stefano en nuestra puerta, diciendo que no pudo más, y que hizo lo necesario para estar con la mujer a la que ama.

Bella: Estás loco Stefano, ¿No te das cuenta que te has condenado?

Stefano: De igual manera me hubiera condenado sin ti.

Bella: Stefano, que hare contigo.

Stefano: Amarme como te amo yo.

Y desde entonces Stefano se quedó a vivir con nosotras, fue una década maravillosa, hasta que la guardia Vultori llego a Escocia sin previo aviso y nosotras tuvimos que huir y Stefano se quedó para proteger nuestro rastro.

**Fin Flash Back**

Stefano: Y heme aquí a lado de las mujeres que más quiero, pero veo pequeña Rose que has encontrado el amor.

Rose: Así es no puedes saber lo feliz que soy.

Stefano: No necesito saberlo, lo veo.

Carlise: Es un gusto Stefano, quisiera presentarte a mi familia, ella es mi esposa Esme, y ellos son mis hijos, Emmett, Jasper, Alice y Edward.

Stefano: Es un placer conocerlos.

Jaspe: Igual el nuestro, pero déjame preguntar, como sobreviviste a los Vultoris, si Aro tiene el don de leer las mentes con el contacto.

Stefano: Bella me ayudo con eso, bloque mis pensamientos y recuerdos con ellas, y sobreviví porque a él le pareció interesante mi don, el de transmitir mis pensamientos con el contacto o mentalmente.

Carlise: Fascinante.

Edward: Pero eso no importa, esta es la situación ¿Te alejas de Bella o te alejo?

Stefano: Pues tendré que acabar contigo.

Bella: Cálmense esto es muy infantil, es hora de irnos Stefano.

Un siglo sin tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora