Capítulo 23 El adiós

144 13 2
                                    

NOTA: CUANDO APARESCA * ES UN PENSAMIENTO

Bella: Lo tengo, cuando dije lo de confrontación, me refería a que yo iría directamente hasta ellos, y voy a pedir que los suelten a toda costa, incluso si tengo que luchar con ellos para darles tiempo para que huyan, en el caso de que sea así, los voy acercar todo lo que pueda para que salgan por un túnel que da a una salida en la plaza principal, ahí los van a esperar, Stefano los llevara a un lugar seguro donde pueden comenzar de nuevo, o esperar un tiempo hasta que puedan regresar a donde estaban, o incluso regresar a la reserva donde está su familia.

Jake: ¿Qué pasa en el caso de que los liberen?

Bella: Entonces le pediré a Alec que los lleve por ese mismo túnel...

Sam: ¿Y si las ataca en ese momento?

Bella: Tengo mi entera confianza en él, no lo hará, les doy mi palabra, los va acompañar hasta la puerta del túnel, y ustedes estarán ahí, si eso ocurre Stefano, no puedes dejar que Alec te mire, o incluso sepa que estás ahí, tendrás que cubrirte con el olor de los lobos, porque así será más fácil que regreses.

Stefano: Estaré al pendiente de eso, en cuanto comience a sentir el aroma de Alec me esconderé si es necesario.

Bella: Bien, de lo demás no se preocupen, Stef se encargará, pero por nada del mundo tomen su forma lobuna aquí, si no lo entenderán como una llamada de ataque.

La manada completa asintió, y sabía que iban a cumplir su palabra, el bienestar de la familia costaba de ellos.

Seth: ¿Qué va a pasar con los demás? Sara fue a visitar a sus padres a la reserva, si regresa a casa y no me encuentra se va asustar, o la pueden encontrar.

La cabeza del resto de la manada se alzó, las demás chicas eran humanas, solo Leah pertenecía a los lobos, pero sabía por las leyendas que, si su impronta era lastimada ellos también, no había pensado en eso, pero rápidamente encontré la solución.

Bella: Cuando estén en el avión, llamen a la reservación, si ninguno puede contactar a ninguna de las chicas, llamen a Rose, ella sabe dónde está la reservación, Billy la conoce Jake, dile que cuando se encuentre con los lobos que protejan a la manada que les diga que la lleven con tu padre, por si acaso dile algo que tu solo sepas que le pueda dar la certeza a los lobos de que es alguien de confiar.

Jake: No sé si mi padre quiera ayudarnos.

Bella: Lo hará, tu padre te ha perdonado, cuando decidí mudarme a Forks pase primero a la reservación, estuve un par de semanas ahí, y tu padre lucia preocupado por ti. Ve con él, cuando conozca a los niños se va ablandar, es hora de que regresen a donde pertenecen

Sam: No sé si tengamos algo en ese lugar, pueda que no nos reciban.

Bella: Claro que lo harán, después de todo ustedes no cometieron un pecado, solo siguieron a su alfa por decisión propia, los necesitan, los lobos que lo protegen son fuertes, pero no tienen un líder Jake te necesitan, tienen que aprender y ser entrenados por ti Sam.

Jake: Supongo que es hora de regresar.

Bella: También creo eso.

Dentro de mi sabía que eso lo decía más para mí que para ellos, después de ajustar unos cuantos detalles más, estábamos listos para partir. Los lobos subían cosas a las camionetas que podrían ocupar, a lo lejos se miraba el contorno del castillo que tan bien conocía, los brazos de Stefano me rodearon.

Stefano: No estés preocupada, estaré contigo lo ms rápido que pueda cariño.

Bella: Lo sé, te esperare mi amor.

Stefano: Me encanta que me digas así.

Sin poder reprimirnos más nos besamos como jamás lo habíamos hecho, nuestros dientes chocaban entre si, los colmillos rasgaban la piel, pero en vez de sentir dolor, sentíamos el más exquisito placer, la ponzoña reclamaba salir, a regañadientes nos separamos, y juntamos nuestras frentes mientras seguíamos aferrados.

Bella: Io ti aspetterò il mio amore. (Yo te esperare amor mío)

Stefano: Mia amata regesare. (Regresare amada mía)

Las puertas de las camionetas sonaron, esa era nuestra señal para separarnos, con un último apretón de su mano me despedí, y comencé a correr hacia el castillo, hacia mi casa.

No tarde ni 5 minutos en entrar a la recepción, una chica claramente humana de cabello de un profundo color negro estaba observándose en un espejo, no se había percatado de mi presencia hasta que di un leve golpee en el escritorio que la hizo saltar de la sorpresa.

Recepcionista: ¿Posso aiutarla? (Puedo ayudarle)

Bella: Si, estoy buscando a Aro Vultori.

Si la boca de la recepcionista hubiese podido tocar el piso, lo hubiera hecho, yo sabía que nadie venía a buscar a mi padre directamente, o por lo menos nadie cuerdo.

Recepcionista: Espere un momento.

Levanto el auricular del teléfono que tenía a un lado, escuche que levantaban el audicular del otro lado de la línea, pero no había ningún sonido que proviniera del otro lado de la línea, claramente ese era Dimitri.

Recepcionista: Disculpe señor, pero aquí esta una señorita que pide una audiencia con el señor Vultori.

Un gruñido tuvo como respuesta, y después la línea murió, más tardo la recepcionista en colgar el teléfono que yo sentir a Dimitri detrás de mí, y sin preámbulos me gire para estar cara a cara, por un instante lucio sorprendido, para después permitirse sonreír un poco.

Dimitri: Hermana, ha pasado un tiempo.

Bella: Un poco, pero que es para nosotros eso en nuestra eternidad.

Y sin más nos abrazamos, sentí la incredulidad de la recepcionista, ella jamás había conocido el lado "humano" de nosotros.

Dimitri: Aro va estar feliz de verte, al igual de Cayo y Marcus.

Bella: Aunque saben que vendría.

Dimitri: No estábamos seguros de eso.

Bella: Ya estoy aquí de todas formas.

Dimitri: Y espero que por mucho tiempo.

Bella: Me quedare permanentemente aquí Hermano, lo lamento, pero tus días de tranquilidad se acabaron.

Una sonrisa llena de dientes, que para muchos parecería intimidante, para mí era una sonrisa sincera, fue la que me dio mi hermano, un poco de la pesadez que sentía en mi espalda desapareció.

Dimitri: Mejores noticias no pudiste a verme dado, vamos a la sala principal, quiero ver la cara que van a poner los demás.

Caminamos por un pasillo que a pesar de que acaba de ser remodelado lo conocía totalmente, este lugar me daba la bienvenida después de todo este tiempo, extrañamente para mi olía a hogar, las grandes puertas de una fina madera aparecieron en frente de mí.

Dimitri: ¿Estas lista?

Bella: Totalmente.

Y no mentía, estaba lista, era hora de regresar a la familia.


Un siglo sin tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora