Capítulo 25 De vuelta en casa parte 2

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NOTA: CUANDO APARESCA * ES UN PENSAMIENTO

Que me llamara por mi diminutivo significaba que estaba complacido conmigo, extendí mi mano y se la mostré, el la miro con una curiosidad pura, y salto hacia atrás cuando vi emerger una llama de ella, todos jadiaron sorprendidos, deje que la llama aumentara cuando hice correr una corriente de aire por mi otra mano, y deje crear un enorme remolino de fuego en medio de la sala, todos se alejaron temerosos de que el fuego los tocara, y con un solo movimiento lo desaparecí y comenzaron a temblar las paredes de la sala, los fuertes cimientos del castillo comenzaron a moverse a mi voluntad.

- Sorprendente, ¡Magnifico!

- Dimitri, hermano, ¿Quieres ayudarme con la demostración?

Una sonrisa autosuficiente se instaló en sus labio y en un parpadear estaba enfrente de mí.

- Claro que si hermana.

- Atácame y no te contengas.

Y el acepto el reto, corrió con todo lo que tenía sobre mí para estamparse con un fuerte estruendo y no me movió ni un centímetro, me miro sorprendido y yo le regrese el guiño que me había enviado antes, y con una mirada de disculpa lo avente por la sala con una fuerte descarga eléctrica. Aro comenzó a reír y aplaudir complacido.

- ¿Qué más puedes hacer?

*Puedo hacer miles de cosas más, destruir a mis enemigos con solo pensarlo, doblegar su voluntad con solo desear, yo soy Isabella Vultori y he regresado a casa para mantener el orden en nuestro mundo*

Todas las personas estaban anonadadas de que yo hablara en sus mentes, lucias confundidos, una hazaña enorme ya que era muy raro sorprender a nuestra raza, Aro de dirigió hacia mí y me abrazo.

- Bienvenida a casa hija mía, estoy orgulloso de que obtuvieras todo ese conocimiento.

*Estoy feliz de que regresaras a casa, más tarde ven a mis aposentos quiero saber que fue de ti en todos estos años tesoro*

- Si padre.

Sentí como sus defensas iban bajando y se permitía estar feliz por mi regreso, regreso y se sentó en su silla junto con sus hermanos.

- Es una enorme alegría que regresaras a casa Isabella, se te ha añorado.

- Gracias tío, he regresado para tomar mis lecciones de historia que me he perdido.

Una delicada sonrisa me dirigió Marcus para después asentir.

- Entonces sobrina, después de mostrarnos tus ahora recientes adquisiciones, explica como encontraste y pretendes que dejemos vivir a esas bestias tuyas.

La burla teñía cada palabra que salía de la boca de cayo, una sonrisa de autosuficiencia y una mirada burlesca era lo único sincero en su vida.

- Traigan a las bestias.

Dimitri y Félix salieron del salón, me tome el tiempo para ver los rostros nuevos en la sala, la puerta se volvió abrir y entro Alec, me miro con asombro y detrás de el entro Jane junto con Peter y Marie sus parejas, los mellizos no podían dejar de mirarme.

- Su hermana ha regresado querido míos.

Les dirigí una sonrisa que solo Peter y Marie me regresaron, sabía que ellos iban a ser los más reacios a perdonarme, la puerta se volvió abrir y el inconfundible olor a lobo lleno la sala, y unos segundos después entraron Leah, Emily y los niños, se miraban aterrorizados y por lo menos se les miraba marcas de abuso.

Un siglo sin tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora